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1/17/2014

Jesucristo no fue virgen



Santiago Villarreal Cuéllar

Biológicamente se considera virgen al hombre que posee el prepucio, es decir, ese tejido de piel que cubre la parte superior del pene. Cuando esa parte de piel es cortada, en un procedimiento que se llama circuncisión, se pierde la virginidad masculina. Pero también se puede perder la virginidad, cuando teniendo el prepucio, el pequeño tejido de piel que ata a este con el glande, sufre rasgadura o separación y el prepucio se puede remangar hacia atrás.

En el caso de Jesús de Nazaret, y aunque ninguno de los cuatro evangelistas lo refiere, debió perder su virginidad desde el mismo momento de su nacimiento, o 24 horas después. Veamos porqué: aunque los cuatro evangelios coinciden que Jesús fue concebido por obra y gracia del espíritu santo, María, su madre, pertenecía a familias judías lo mismo que José, su esposo. Ellos, como todos los habitantes de esa comarca, cumplían todos los preceptos consagrados en los libros doctrinarios, como son: el Antiguo Testamento, la Cábala Numeral Hebrea, la Tora y el Talmúd. Entre esos preceptos está el de circuncidar a los niños de sexo masculino tan pronto nacen, o mínimo 24 horas después. De manera que Jesús, el Mesías salvador de la humanidad, fue circuncidado tan pronto vio la luz de este mundo, y por tal razón perdió su virginidad.

La prueba reina que corrobora lo afirmado por mí, la posee la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Los reverendos padres, obispos, cardenales y papas de esta Iglesia, han sido muy precavidos y guardan todas las reliquias pertenecientes a Jesús; los clavos oxidados con los que clavaron sus manos y pies en la cruz; el santo sudario donde descansó su cadáver antes de resucitar; y para que se sorprendan aquellos que no saben, en la ciudad de Roma existe una Parroquia donde se venera el Santo Prepucio de Nuestro Señor Jesucristo. Allí, en una urna muy fina de cristal de Baccarat, guardan celosamente ese pequeño trozo de piel, arrancado del pene de nuestro señor Jesucristo.




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