Santiago Villarreal Cuéllar
Toda una algarabía se ha desatado por el escándalo de la secta de la familia Piraquive, en el sentido de discriminar a personas que sufren algún problema de discapacidad. Los políticos le han sacado provecho para irse en lanza contra el brazo político de esa secta: el Mira. Medios de comunicación, el gobierno y gente en general, pegaron el grito en el cielo contra los dirigentes de esa secta, manejada por una sola familia, como casi todas las sectas, cuyos pastores son hijos de pastores, sobrinos, o yernos de estos.
Pero me sorprende la ingenuidad de la gente frente a este tema. Parece que no vivieran en la tierra y apenas hubieran desembarcado de otro planeta. Aquí en este planeta, todas las llamadas iglesias, sectas y religiones discriminan al ser humano desde distintos ángulos, y eso ha sucedido toda la historia de la humanidad.
¿Acaso la Iglesia Católica Apostólica y Romana no discrimina las mujeres y los homosexuales? No permite mujeres ordenadas como sacerdotes, en un claro sentimiento machista. Los homosexuales tampoco tienen ese derecho, pero existen muchos predicando. Algunos incluso son pederastas.
Las demás sectas mal llamadas iglesias cristianas, también discriminan homosexuales y lesbianas; otro tanto hacen las sectas musulmanas y judías.
¿Entonces porqué se aterran que la secta de la familia Piraquive discrimine algunos humanos? La mayoría de religiones se constituyeron para recibir santos y dioses. Los humanos, todos somos pecadores y malos frente a estas doctrinas dogmáticas. Solo los dioses son buenos.
0 comentarios:
Publicar un comentario