Santiago Villarreal Cuéllar
El viernes 17 de enero de 2014, el candidato al senado por el nuevo partido sin nombre, Álvaro Uribe Vélez, fue abucheado y declarado persona no grata en la histórica Plaza de Bolívar de la ciudad de Tunja.
La presencia de Uribe exasperó una gigantesca reunión del movimiento de la dignidad agropecuaria que salía de un lugar contiguo a la Plaza. Tan pronto notaron la presencia del jefe seudo-fascista, los manifestantes rodearon al político y empezaron a gritar arengas en su contra. El ex-mandatario pretendió hacer un debate para convencer la enardecida muchedumbre, pero todo fue vana esperanza. Los campesinos molestos gritaban que se fuera del lugar, que Boyacá es tierra de paz.
Cada día es más el rechazo que causa la presencia de Uribe en muchos lugares del país, donde la gente no quiere volver al pasado guerrerista propuesto por el ex-presidente, ni a los altos índices de corrupción y violación de los derechos humanos en los que incurrió sus ocho años de mandato.
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