Santiago Villarreal Cuéllar
El esperado cambio de gabinete del presidente Juan Manuel Santos, en nada cambia la difícil situación por la que atraviesa el país. Algunos de esos nombramientos no sorprendieron a nadie, pues ya los medios de comunicación lo habían cantado a voces.
Solo analizaré cuatro nombres para que tengamos idea, de que son los mismos de siempre, para continuar haciendo lo mismo.
El nuevo ministro del interior, Aurelio Iragorri Valencia, es hijo de uno de los más grandes terratenientes del Cauca, Aurelio Iragorri Hormaza, (actualmente senador), quien ha defendido a sangre y fuego la tierra que su familia ha usurpado a las comunidades ancestrales (indígenas), desde hace décadas. Además, es nieto del ex presidente Guillermo León Valencia, descendencia de la vieja estirpe de familias encumbradas, que solo han utilizado el poder para salvaguardar sus intereses personales. Nada bueno debemos esperar los colombianos de este delfín.
El nuevo ministro de justicia, Alfonso Gémez Méndez, quien durante su periodo como fiscal general de la nación, encubrió a sus socios liberales, vinculados con delitos de corrupción. Representa el ala samperista del alicaído partido liberal, cuyos gobiernos son los responsables de introducir el nefasto modelo económico neo-liberal a nuestra bella nación (Cesar Gaviria Trujillo).
El nuevo ministro de agricultura, Rubén Darío Lizarralde, ha servido a las multinacionales financieras que han expoliado el bolsillo, no solo de los campesinos, sino de todos los colombianos que contraen créditos con la banca usurera. Sus relaciones con el agro consisten en ser gerente de Indupalma s.a., empresa que agrupa los productores de palma africana y responsables de desplazamientos forzados a campesinos pobres, para obligarlos a entregar sus tierras a los sembradores de esa planta.
La nueva ministra del medio ambiente, Luz Helena Sarmiento, ha laborado en compañías multinacionales petroleras, que como se sabe, son las que más daño le han hacen al medio ambiente en todo el planeta. De manera que de esta señora nada bueno se puede esperar en beneficio de la ecología y el ambiente, pues continuará expidiendo licencias a las compañías mineras para que sigan expoliando nuestra bella geografía nacional.
En este país, nada cambian, para que nada cambie.
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