Santiago Villarreal Cuéllar
El próximo domingo 14 de abril, los huilenses votarán para elegir nuevo gobernador de su departamento, en unas elecciones atípicas como consecuencia de la destitución de la gobernadora Cielo González Villa.
Desde 1992, cuando se eligió el primer gobernador por voto popular, el Huila no había tenido tan poco entusiasmo para participar, en unos comicios en los que no hay sino un solo candidato.
Los gremios económicos del departamento, insinuaron a la desprestigiada clase política que no sacara sino un solo candidato. Fue así, como el abogado Carlos Muricio Iriarte Barrios, representante del sector villalvista del partido liberal, logró aglutinar a su alrededor a todas las vertientes políticas del Huila, en un movimiento denominado Unidad Regional.
Sin embargo, las bases populares acostumbradas a tener más de dos candidatos no se han sentido muy atraídas, no obstante que los patrocinadores del único candidato han repartido dádivas, como carne, bonos, tamáles y bingos para atraer el electorado.
Algunos sectores de izquierda radical y grupos independientes, promovieron el voto en blanco, que en principio ganó un gran porcentaje de adherentes. Pero al sumarse un sector del partido de la U, liderado por la ex-gobernadora destituida, lo mismo que los jerarcas de la Iglesia Católica, este entusiasmo perdió fuerza, lo que aseguraría el triunfo del candidato único.
El doctor Carlos Mauricio Iriarte, se ha caracterizado por perder todas las elecciones en las que ha participado, pero en esta oportunidad solo un golpe de mala suerte, es decir, que gane el voto en blanco, evitaría que continuara con ese sino de perdedor.
Lo cierto de este proceso, es que la abstención será la gran ganadora este domingo y los gamonales de la politiquería ya están empezando a repartirse los principales puestos, lo mismo que los contratos con el posible nuevo gobernador
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