Santiago
Villarreal Cuéllar
Son varias las causas para que un
ser humano opte por el suicidio. En algunos países europeos las personas
mayores, pensionadas, sin penurias económicas, se suicidan a diario. Lo hacen
debido a la soledad. El ser humano es por naturaleza un ser sociable y al
quedar solo por largo tiempo, no asimila esa condición y prefiere poner término
a su vida. En la actualidad, los europeos, específicamente griegos, italianos,
portugueses y españoles, se suicidan debido a la terrible crisis económica por
la que atraviesan. Los nativos de estos países, tienen un profundo sentido del
trabajo y al quedar sin empleo, no logran superar esa situación y prefieren el
suicidio.
En nuestros países
latinoamericanos y específicamente en Colombia, el suicidio se deriva por dos
razones principales: Los jóvenes, especialmente adolescentes, se suicidan por
motivos amorosos. Es decir, porque la novia o el novio, amante, compañera o
compañero termina una relación y entonces ponen fin a su corta vida. Estos
jóvenes no tienen un proyecto ni meta de vida. Cuando una persona no tiene
metas, no posee un sentido de vida y por ende tiene baja su autoestima. Teme al
futuro, porque no sabe qué le deparará y lo más fácil es optar por suicidarse.
En personas de edad madura, generalmente padres de familia, la situación
económica constituye la principal causa de suicidio. Un pequeño empresario, con
una cantidad de deudas, generalmente impagables, ve un futuro totalmente
incierto y oscuro. Por lo general, su pareja, hijos y familiares, no le ayudan
a solventar sus deudas ni a suministrarle ideas para resolver su penosa
situación. Al encontrarse solo en la vida, decide poner fin a su existencia. En
hombres y mujeres mayores de treinta años, con hijos, sin empleo, sin opciones
de futuro, entran en una profunda depresión y su autoestima llega a cero. Al no
buscar ni encontrar ayuda sicológica o emocional, ven en el suicidio la alternativa
más viable para salir de su problema. Existen otras causas que analizaremos en
próximas columnas.
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