Por: Santiago Villarreal Cuéllar
Como hace
quinientos años, el invasor español regresó para tomarse Latino-América. El
colonialismo ha cambiado de forma, pero continúa siendo el mismo fondo.
Hace
quinientos años, vinieron en busca del preciado oro. Llevaron miles de
toneladas del anhelado metal. En estos últimos años, las compañías
multinacionales españolas han invadido nuestros países, en busca, no solo del
oro, sino del petróleo, la energía eléctrica, el gas y otros metales, y
recursos preciosos.
En naciones
como Bolivia, Ecuador, Colombia, México, Perú y Brasil, explotan las minas de
oro, diamantes, petróleo, gas y han construido gigantescas hidroeléctricas.
Actualmente adelantan la construcción de la represa del Quimbo, en el Sur de
Colombia.
Estas empresas
también se han apoderado de las telecomunicaciones (telefonía fija y móvil), lo
mismo que de los medios masivos de comunicación, escritos y radiales. El grupo
Prisa maneja la cadena Unión Radio de Venezuela y Caracol de Colombia. Esto
para citar solo dos ejemplos. El grupo editorial Planeta, compró la mayoría de
acciones del diario colombiano El Tiempo, uno de los más importantes de
hispano-América.
El sistema
financiero español, ha invadido nuestras naciones. Banco Santander, BBVA, para
citar solo dos.
De esta
manera, el invasor español vuelve a colonizar sus antiguos feudos. Ya no de
forma política, pero sí de forma especuladora y manipuladora de la opinión.
Porque quien tiene en sus manos el sistema financiero especulador, las
telecomunicaciones y los medios de opinión, tiene el noventa por ciento del
poder sobre un pueblo.
Todo eso se lo
debemos al ocioso y diabólico modelo económico neo-liberal. Creación del
economista ingles Adam Smith y codificado para los países tercermundistas por
el economista judío americano Milton Friedman.
0 comentarios:
Publicar un comentario