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6/30/2011


 LA INVASIÓN DE LAS SECTAS

Por Santiago Villarreal Cuéllar

Cuando hablamos de invasión de las sectas, nos referimos a corrientes religiosas cristianas y para-cristianas que desde el siglo pasado incursionaron en los países tercermundistas, Asia, África y América Latina. Si revisamos la historia, a partir de la década de los treinta del siglo pasado, comenzó una campaña agresiva de varias denominaciones cristianas por conquistar estos pueblos. Quizá el más codiciado de todos fue el latinoamericano, primero por ser un continente muy fácil en términos de lengua (mayoría de habla hispana) y segundo porque la misión consistía en robarle almas a la Iglesia Católica, que fue la primera Iglesia cristiana de la historia y solo bastaba utilizar la Biblia como herramienta fundamental, pues la fe, el centro de culto (Jesucristo) ya se encontraba abonado. Naturalmente hubo resistencia de parte de la Iglesia Católica, pero la mayoría de naciones habían legislado previamente en materia de libertad de cultos, en lo que se ampararon estas sectas para empezar sus campañas.

En los continentes asiático y africano, su labor misionera fue mucho más difícil debido a la diversidad cultural (lenguas, etnias y otras creencias religiosas autóctonas) y la constante violencia contra los misioneros, muchos de los cuales perdieron sus vidas. En estos dos continentes aun les queda mucho trecho por recorrer para finalizar sus campañas evangelizadoras.

En latino-América las sectas más agresivas fueron la iglesia Pentecostés, hoy llamada Pentecostal, quizá la que tiene más número de población convertida. De corte fundamentalista, defensora del unitarismo teológico, se asemeja en este continente a lo que son las sectas musulmanas en Oriente. Pero de igual manera encontramos la Alianza Cristiana, de corte moderada y trinitaria en términos teológicos y el Movimiento Misionero Mundial, secta originada en Puerto Rico, fundada por el pastor Luis M. Ortiz, disidente de una iglesia trinitaria y considerada la segunda en tener un gran porcentaje de conversos.

También incursionaron algunas sectas para-cristianas, como la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días, conocida como los mormones, los Testigos de Jehová, Adventistas del Séptimo Día y los rosacruces.

Pero, estas iglesias no solo pretendían robar la supremacía de la fe católica en latino-América, sino que fueron secretamente financiadas por, la CIA de los Estados Unidos, en una campaña muy bien planeada a largo plazo con el propósito de seguir manteniendo la hegemonía cultural, política y económica de esta poderosa nación sobre los pueblos del continente. Pueblos en su mayoría analfabetas, fueron muy fáciles de convencer y mantenerlos en la ignorancia bajo las premisas bíblicas. Y de verdad que lo han logrado. La campaña resultó exitosa y hoy muchos países de este continente poseen un gran porcentaje de adeptos, son dueños de medios masivos de comunicación, como prensa escrita, emisoras de radio y televisión por cable. Tienen igualmente sus propios colegios de secundaria, seminarios de estudios superiores en teología y hasta universidades.

Pero está ocurriendo un fenómeno curioso en el contesto de estas sectas y es que de esas viejas y fanáticas congregaciones han emergido otras sectas con propósitos diferentes en algunos aspectos, los cuales serán analizados en próximos artículos.         

SANTIAGO VILLARREAL CUELLAR
http://nuevaera66.blogspot.com/

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