Nueva Era

HORMONAS DE POLLO. ¿CAUSA DEL HOMOSEXUALISMO?

Por Santiago Villarreal Cuellar

A mediados del año 2010, el presidente de Bolivia Evo Morales Saína, manifestó en un discurso que las hormonas de pollos criados en galpones o manipulados genéticamente,  causan desviación sexual en los hombres, haciendo una clara alusión al comportamiento homosexual de las personas.

La gente del común,  muy particularmente en estos países subdesarrollados, donde el nivel educativo de la mayoría de la población es muy precario, es muy dada a creer en todo lo que dice un presidente, un gobernador, un alcalde, el cura del pueblo, el pastor o lo que oye en la radio y ve en la televisión. Es así, que más de un habitante de América Latina, hoy dice con toda seguridad que consumir pollos, criados en sitios cerrados y alimentados con productos "químicos" para acelerar su crecimiento, causan homosexualismo. Teniendo en cuenta que mucha gente cree que este comportamiento es una enfermedad.

Seguramente el presidente boliviano fue enterado, o quizá vio un programa de televisión que fue emitido en el año 2007, por el prestigioso Canal National Geographic, en el cual, un grupo de científicos de la facultad de endocrinología de la Universidad de Berlín Alemania, realiza una investigación, según la cual, algunos casos de feminidad en ciertos individuos podría estar relacionada con la ingestión de ciertas hormonas que habrían sido encontradas en la carne de pollo genéticamente modificado. La investigación se encuentra apenas en su fase preliminar y faltan muchísimos años para emitir un dictamen real, que certifique si esas hormonas puedan ser la causa de algunos de estos comportamientos.

Reitero: las investigaciones que realiza esa Universidad, solo trata algunos casos en particular y no generaliza. Ahora bien, desde los comienzos de la historia de la humanidad se conoce infinidad de casos de comportamientos homosexuales y lesbianismo. Cuatro mil años antes de Cristo, en la Antigua Grecia, era natural que hombres mayores amaran públicamente a jóvenes de su mismo sexo y su cultura, y sus religiones lo permitían. En la antigua Roma de los césares era normal que ellos mismos sostuvieran relaciones sexuales con  mancebos, no obstante existir leyes que prohibían estos encuentros. Se decía del Cesar, que era el esposo de muchas mujeres y la mujer de muchos maridos. Sur América, no fue ajena durante la invasión española de encontrar entre las tribus aborígenes esta clase de comportamientos, que eran observados con naturalidad por el resto de los nativos. El cronista español Gonzalo Fernández de Oviedo, en una de sus obras, sobre las costumbres de los indios caribes, dice que el gobernador español se escandalizó al ver a algunos indios con el pelo largo como las mujeres, que asumían comportamientos que se asemejaban a ellas y servían a otros hombres, procurándoles placer como si fueran mujeres. Y en esos lejanos tiempos el pollo genéticamente modificado estaba muy lejos de existir, por lo que no se puede culpar a tan noble animal.

Además, la ciencia considera hoy la homosexualidad como un comportamiento humano y no una enfermedad, como se llegó a creer en el pasado. Que ha proliferado en los últimos años, no es raro porque la demografía ha crecido en el planeta. Que se haga más pública, se debe a la infinidad de derechos que  han concedido las legislaciones de varios países del hemisferio occidental, entre ellos el derecho a casarse y adoptar hijos. En otras naciones, como la India, algunas de sus culturas religiosas ven como una ventaja ser homosexual, pues es considerado portador de la dualidad masculino-femenino, a lo que se le atribuye, no solo un privilegio sino un ser portador de poderes sobrenaturales.

En algunas tribus de la Polinesia, es perfectamente normal que los adolescentes masculinos al cumplir los doce años de edad, sean entregados a hombres mayores, generalmente chamanes, con quienes sostienen sexo oral y anal para entrar en la etapa de ser considerados como verdaderos hombres. Y no se tiene conocimiento que en esas etnias consuman pollo genéticamente modificado.

 

 

SANTIAGO VILLARREAL CUELLAR
http://nuevaera66.blogspot.com/

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