Santiago Villarreal Cuéllar
Desde las ciencias
de la sexología, psicología y psiquiatría, ninguna práctica sexual es mala o
pecaminosa. Las creencias religiosas han estigmatizado algunas prácticas
sexuales, pero este es un asunto personal de cada ser humano, manejar sus
relaciones sexuales y genitales. Recordemos que el ano constituye una
importante zona erógena en los seres humanos, por lo que dicho órgano prodiga
placer cuando es acariciado o penetrado. Claro que la formación cultural de
algunas personas hace que este lugar pueda ser visto como asqueroso, o generar
dolor cuando se toca. Pero la mayoría de las personas sienten placer cuando es
acariciado o penetrado. De hecho, el mismo acto biológico de defecar origina un
gran placer en todos los humanos.
Mujeres y hombres
pueden tener sexo anal, sin que ello signifique, en el caso masculino que sea o
no homosexual. En la actualidad muchas chicas adolescentes, especialmente
estudiantes de secundaria, tienen relaciones genitales, anales, con el noble
propósito de no quedar embarazadas. Esto revela un estudio aleatorio realizado
en diferentes colegios de Colombia. Lo importante cuando se practica esta clase
de relación, es el uso del preservativo, igual que con la relación genital
pene-vagina. Pero en el sexo anal se deben tener algunas precauciones en
especial cuando se hace por primera vez. Ante todo debe haber voluntad de quien decide ser penetrado por
esta parte de su cuerpo. Necesariamente se debe utilizar un gel, o en su
defecto vaselina para hacer de esta relación menos dolorosa y facilitar la
penetración. Debe tener cuidado de que la relación no sea violenta para evitar
desgarradura de tejidos, o dañar el nervio que controla los esfínteres.
Finalmente se
recomienda, especialmente a las mujeres, que cuando sean penetradas analmente,
no permitan ser penetradas por la vagina, por lo menos si el hombre no hace
asepsia del pene pues esta relación puede originar enfermedades infecciosas
debido a que el excremento tiene muchas bacterias malignas. Un sexo anal bien
practicado resulta ser altamente placentero.
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