Santiago Villarreal Cuéllar
“Recibo el premio en nombre de todas las víctimas que tanto han sufrido,”
fueron las primeras palabras expresadas por el presidente de Colombia, Juan
Manuel Santos Calderón, al conocer de parte de un vocero autorizado del comité
noruego que otorga el galardón más grande del mundo como es el Premio Nobel de la Paz.
El presidente Santos, lo mismo que un selecto grupo de colombianos, entre
ellos el de Rodrigo Londoño Echeverri, alias ‘Timochenko,’máximo jefe de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y cinco víctimas, fueron
postuladas desde hace varios meses para que el Comité del Nobel, con asiento en
Oslo capital de Noruega, considerara la posibilidad de otorgar este importante
galardón mundial para el año 2016.
Sin embargo, el Comité del Nobel en su sabiduría resolvió otorgar el
Premio Nobel de la Paz al presidente de los colombianos Juan Manuel Santos, por
sus esfuerzos en aras de buscar la paz y reconciliación, no solo con el grupo
guerrillero de las FARC, sino con las guerrillas del E.L.N, las dos organizaciones insurgentes más antiguas de Colombia que mantienen una lucha armada contra el
establecimiento desde hace más de cincuenta años.
Pero además, el presidente Santos ha tenido que librar una dura batalla
política con uno de sus más duros contradictores y opositores al proceso de paz
como es el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, quien en la pasada campaña para el
plebiscito del 02 de octubre de 2016, logró una ligera mayoría promoviendo el no a los acuerdos firmados entre el
jefe de estado y el grupo insurgente de las FARC.
Al espaldarazo internacional recibido por el primer mandatario de los
colombianos por sus esfuerzos en lograr la anhelada paz para todos los
colombianos, se suma el galardón más importante otorgado a las personas que se
dedican a la búsqueda de la paz como es el Premio Nobel de la Paz.
Con este importante premio Colombia logra dos Nobel a lo largo de nuestra
historia: el primero en ser galardonado con el Premio Nobel de Literatura fue
el escritor Gabriel García Márquez, cuando en octubre de 1982, se otorgó este
homenaje por su imaginación y creatividad literaria. Y en el año 2016,
correspondió al presidente Juan Manuel Santos, quien recibe el Nobel de la Paz por sus esfuerzos en la búsqueda de la reconciliación pacífica de todos los
habitantes de nuestra nación.
Los colombianos nos sentimos regocijados con este merecido premio a los
esfuerzos hechos por el presidente Santos, y también el de millones de
colombianos que desde hace muchos años venimos defendiendo el diálogo como el mecanismo
más civilizado para lograr superar el conflicto que ha dejado cientos de miles
de muertos, otros cientos de miles de desaparecidos, y más de tres millones de
desplazados internos que han tenido que huir de la guerra interna que ahora
queremos superar.
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