Santiago Villarreal Cuéllar
El ingenio y la creatividad constituye una de las grandes virtudes de esta artista, hija de artistas y parte de toda una familia dedicada a las artes en sus diferentes géneros. Con magistral imaginación, Edith Vargas elabora finamente las hermosas muñecas que han destacado su vocación artística, reconocida a nivel nacional e internacional.
Como si sus manos fueran mágicas, teje cuidadosamente sin dejar los más mínimos detalles, los trajes, el cuerpo, combina los colores y da vida a estas joyas de la artesanía que rayan con el mismo arte. En las muñecas de Edith se encuentran los límites de lo que muchos críticos llaman artesanía y otros arte.
Aquí podemos apreciar un pesebre, haciendo alusión a una familia campesina de la región de Cundinamarca y Boyacá; la virgen María con el niño Jesús y San José, erguido y orgulloso de presentar al Mesías de la humanidad.
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