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11/16/2014

Oración al Justo Juez


Santiago Villarreal Cuéllar

Quienes conocieron a Pedro Antonio Marín, alias “tirofijo,” dicen que este personaje nunca fue capturado por las fuerzas gubernamentales, sus principales enemigos, porque diariamente rezaba a toda hora la oración del Justo Juez. Es posible que usted haya escuchado hablar de esta misteriosa oración. El secreto de esta consiste en rezarla para hacerse invisible ante los ojos del enemigo, para ganar en peleas o batallas.
En el libro La Cruz de Caravaca, cuya primera edición data de 1365, publicado en latín, encontramos la oración original. En su introducción dice que esta fue regalada por el emperador Constantino a los oficiales romanos para que se defendieran en las guerras. La oración hace alusión en la mayoría de sus literales a Jesucristo, la Virgen María y los clavos con los cuales crucificaron a Jesús. No cabe duda que la misma fue escrita por algún sacerdote católico con dotes de poeta, pero con el tiempo se convirtió en un verdadero secreto pues nunca se popularizó como sucedió con el Ave María, el Padre Nuestro, el Credo o la Salve. La oración solo se entregaba a quienes eran considerados dignos de recibirla, pero sus receptores han sido los creyentes de la clerecía católica, debido a que el protestantismo no acepta aquello que no esté escrito en la Biblia.
Durante la edad media esta oración se volvió muy popular durante las cruzadas. Se dice que Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, repartía esta preciosa joya entre los guerreros que combatían los herejes, las brujas y los primeros protestantes. Cuando llegaron los españoles y portugueses al continente americano, la oración fue traída por muchos de ellos y comenzó a difundirse por las nuevas tierras. La utilizaron los invasores para combatir los aborígenes y no ser vistos por estos. Con el transcurso de los años la oración original fue desapareciendo debido a que la misma era transmitida de forma oral, y hoy se conoce en Latino-América más de una docena de oraciones diferentes, al Justo Juez.       


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