Santiago Villarreal Cuéllar
Sobre las ruinas de lo que fue el antiguo Colegio Departamental, donde egresaron miles de bachilleres; donde se divirtieron, jugando, echando chistes, colocando apodos, burlándose de sus profesores, haciendo grafítis en los muros y echando piropos a las niñas, y estas guiñando el ojo a los chicos; allí mismo se demolió, lentamente como para no estropear los recuerdos; para no causar sufrimiento moral a ese cadáver agonizante; fueron cayendo puertas metálicas, tejas que ya no se volverán a ver por estar fuera del mercado, y ladrillo tras ladrillo, en un sonido también lento; mientras un olor, mezcla de metal, mezcla de ladrillo viejo y tierra seca se extendió a varias cuadras. Pocas personas percibimos ese olor particular.
El doctor Pedro Martín Silva, con párroco, bendición y agua bendita, en un ato simbólico colocó la primera piedra el día miércoles 16 de abril de 2014, en lo que será el nuevo palacio municipal. Es exagerado decir palacio, y creo que es mejor decir que se trata de un edificio de arquitectura moderna que albergará a todos los trabajadores de la parte administrativa del municipio de Pitalito, comenzando claro está por el alcalde. Fue un día soleado como para augurar buenos tiempos y un glorioso futuro para esta ciudad, cimentada en este maravilloso valle perfumado por las flores de los cachingos y de los guaduales cuyo fresco olor llena de vida los pulmones; serpenteando el río Guarapas con sus caudalosas aguas, atraviesa majestuoso la ciudad en una actitud desafiante pero calmada.
Esta, la segunda ciudad del departamento del Huila, merecía desde hace varios años tener un lugar digno para administrar, no solo para brindar bienestar y comodidad a los funcionarios, sino, y lo que es más importante, a los ciudadanos que a diario acuden a estas dependencias para hacer uso de los servicios. Gracias al señor alcalde Pedro Martín Silva, Pitalito lo recordará por esta majestuosa obra.
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