Santiago Villarreal Cuéllar
Como en otras épocas y otros gobiernos, el presidente Santos, su prepotente ministro de Gobierno Aurelio Iragorri Valencia, y el folclórico ministro de Agricultura Rubén Darío Lizarralde, han respondido con una violenta represión a los manifestantes del agro colombiano frente a sus justas solicitudes.
En los diferentes lugares de concentración donde los campesinos hacen presencia masiva y limitan el paso de automotores en las principales carreteras, hacen presencia las autoridades de la Policía y reprimen violentamente a los humildes labriegos.
Como si se tratara de una guerra, helicópteros y aviones militares sobrevuelan las zonas donde están apostados los agricultores, que ya completan varios días de parálisis reclamando el cumplimiento de acuerdos firmados el año pasado con el gobierno para mejorar sus miserables condiciones, y hasta la fecha no se han cumplido.
Los departamentos que registran mayores protestas en las vías nacionales son, Antioquia, Santander, Boyacá y Huila. Y aunque los primeros días había poca presencia de campesinos, conforme pasan los días, llegan más labriegos a reforzar los puntos de concentración.
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