Santiago Villarreal Cuéllar
Como si se tratara de una novela de aquellas en que la novia deja al novio y viceversa, se ha convertido la alcaldía de Bogotá; todo por el injusto fallo emitido por el Procurador General de la Nación Alejandro Ordoñez Maldonado, quien destituyó al alcalde mayor de la capital colombiana Gustavo Petro Orrego.
Varios fallos de tutela lograron mantener al alcalde en su puesto por varias semanas, hasta que el presidente Juan Manuel Santos decidió, en una salida más politiquéra que actuada en derecho, cumplir el fallo del Procurador. Lo hizo después que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos fallara unas medidas cautelares interpuestas por los abogados del alcalde, argumentando que no existían garantías en derecho, frente al fallo emitido por el ente investigador colombiano.
Pues este martes 22 de abril, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca le dio la razón a los abogados del alcalde y en un fallo de tutela, ordenó restituir a Petro en un término de 48 horas. El presidente Santos había nombrado el lunes 21 de abril a la señora María Mercedes Maldonado como alcaldesa encargada, mientras se convocaban nuevas elecciones para elegir alcalde.
Así las cosas, de este proceso que más parece ficción que realidad, nuevamente Petro regresará a la alcaldía de Bogotá y ahora tendrá que afrontar de nuevo otro desafío, el de la revocatoria de su mandato por parte del electorado bogotano. En cualquier momento, otro capítulo de esta que parece una novela de ficción.
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