Santiago Villarreal Cuéllar
Circula un
rumor relacionado con la supuesta captura del duende en una zona rural del
municipio de Suaza Huila. Se especula que lo tienen prisionero en una cueva y
cobran 10.000 pesos por dejarlo ver. Una romería de gente ha viajado al lugar,
pero nada se ha comprobado sobre el embuste.
Para
analizar estas fantasías es bueno viajar por el mundo de los duendes, ninfas,
sílfides, y demás espíritus elementales de la madre naturaleza. De acuerdo a la
leyenda y mitología nórdica, no existe un duende sino muchos, diríamos miles y
miles. Estos seres son de diminuto tamaño, llamados también gnomos, que habitan
en las grandes raíces de los gigantescos árboles de abetos, pinos y robles
existentes en las selvas del norte de Europa, específicamente en Finlandia,
Noruega, Suecia y Alemania. En la cultura Azteca, Maya, Chibcha, Inca, del
continente americano, también se conocían estos seres elementales, que son los
espíritus de plantas y árboles de los densos bosques montañosos, y de las
espesas selvas húmedas del trópico. Estos seres espirituales tienen la figura
de niños pequeños, o diminutos, cuya composición no es material y corresponde a
lo que en esoterismo se conoce como de cuarta dimensión, o mundo etéreo. En
física cuántica se podrían llamar seres cuánticos, es decir, invisibles para el
ojo humano, imposible de capturarlos o personificarlos en el mundo material.
Por tanto, es imposible para cualquier ser humano sobre la tierra, capturar
alguno de estos seres porque los espíritus o elementales de la madre naturaleza
no se pueden trascender al plano material.
Para
finalizar diremos, que estos seres solo son vistos por niños inocentes que
habitan en algunas zonas rurales y rara vez se dejan ver de los adultos. La
influencia de la televisión y otros medios, hace que los niños modernos pierdan
ese espíritu inocente y se priven de ver estos seres maravillosos de la
naturaleza, que son totalmente inofensivos. Para un adulto sería más fácil
extraerle el coto a un ánima, que capturar un duende.
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