Santiago Villarreal Cuéllar
La burla que ha sido objeto el presidente de la república, Juan Manuel Santos Calderón por las redes sociales, debido al incidente del domingo 16 de marzo en el lanzamiento de su candidatura a la reelección, en el que mojó la bragueta de sus pantalones, nos llama a la reflexión.
En primer lugar el señor presidente ha manifestado públicamente que como consecuencia de la intervención quirúrgica de próstata que le fue practicada hace algún tiempo, le quedó una patología de incontinencia urinaria. Miles de colombianos sufren de esta patología, y no pueden ser objeto de mofas pues a cualquier persona le puede suceder algo parecido.
Como persona humana el presidente Santos no puede ser el objetivo de críticas, burlas o pensar que sus días están para finalizar por una dolencia que no causa la muerte, ni imposibilita a nadie para trabajar.
Además, debemos respetar también la dignidad presidencial. El señor presidente de los colombianos representa la majestad de la nación. Hecho que se ganó cuando fue ungido por millones de colombianos que lo eligieron para que nos gobernara.
Tampoco puede utilizarse su dolencia como caballo de batalla para hacer campaña electoral. Quienes así proceden, o pretenden hacerlo, no son más que unos canallas que merecen el rechazo de los colombianos.
Expreso mi solidaridad con el primer Magistrado de la nación, y exijo respeto, tanto por su dignidad humana, lo mismo que por su investidura presidencial.
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