Santiago Villarreal Cuéllar
Por fin la justicia venezolana comprendió que la ola de terror, criminalidad y desorden dirigida por forajidos, que amparados en una supuesta oposición, son verdaderos delincuentes y varios de ellos han sido detenidos.
El jueves 20 de marzo de 2014, los acaldes de San Diego, estado de Carabobo, Enzo Scarano y de San Cristóbal, capital del estado del Tachira, Daniel Ceballos, fueron detenidos y conducidos a Caracas, donde serán judicializados por incitar a la violencia.
Tras las rejas está también el terrorista Leopoldo López, quien promovió los primeros actos violentos en a capital del país, y en los próximos días será detenida la diputada María Corina Machado, quien igualmente incita a la población venezolana a subvertir el orden.
En los últimos días Venezuela goza de relativa paz, debido a la militarización de varios sectores de la nación, para controlar los disturbios y actos de violencia generados por un sector de la oposición, patrocinado por agentes de la CIA de los Estados Unidos, y grupos para-militares llevados desde Colombia para promover la violencia en este país que se ha destacado en los últimos años por su pacifismo y democracia.
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