Santiago Villarreal Cuéllar
La clase obrera colombiana tiene un compromiso de gratitud con el ex-presidente Álvaro Uribe Vélez, y no dudamos que la mayoría de sindicatos y organizaciones obreras, votarán por la lista al senado que él encabeza, aunque algunos analistas políticos afirman que el ex-mandatario no ocupará su escaño y dejará con los crespos hechos a sus electores.
Pero regresando a los beneficios recibidos por los trabajadores, no se debe olvidar que durante sus 8 años de mandato, también conocido como la Era del Terror, por la sistemática violación a los derechos humanos (desapariciones forzadas, genocidio de la Macarena y falsos positivos), en los que participó activamente el señor Juan Manuel Santos, en ese entonces ministro de defensa, el ex-presidente Uribe hizo aprobar leyes de flexibilidad laboral.
Un buen ejemplo fue la ley que suprimió las horas extras, los recargos nocturnos y el pago de festivos. Todo ese proceso para beneficiar las multinacionales extranjeras que vinieron a invertir en el país. Y es que la inversión extranjera es más importante para Uribe y Santos, que piensan y hacen lo mismo, en detrimento de los trabajadores que deben ser considerados unos pobres diablos que no merecen la protección del estado.
Por esa misma razón, la clase obrera está en deuda con el doctor Uribe y seguramente correrán el 9 de marzo a votar por él, para que desde el congreso presente más leyes que acaben de violar los pocos derechos laborales que aun quedan en este país.
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