Santiago
Villarreal Cuéllar
El
mito del Chupacabras es reciente y su origen es la isla de Puerto
Rico, pero se extendió al sur de los Estados Unidos y toda América
Latina. El misterioso ser es conocido por succionar la sangre de
cabras, ovejas, vacas, caballos y otros animales domésticos lo mismo
que algunos humanos. Puede tratarse de un espíritu tenebroso, que
gusta alimentarse de sangre, pero también existe la posibilidad que
sea un ser venido de otros mundos, o extraterrestre. No obstante, las
investigaciones realizadas por parte de biólogos, veterinarios y
médicos forenses, que han practicado las autopsias a los cadáveres
de los animales, víctimas de este fantasma, no se ha establecido con
precisión de quién se trata. Y allí radica el misterio que raya
con el mito, porque al principio se creyó que era eso, un mito, pero
con el transcurrir de los años y las evidencias recogidas, se sabe
que puede tratarse de un ser extraño.
Quienes
afirman haber visto el Chupacabras, lo definen como un ser que camina
en dos patas, posee manos y su cabeza se asemeja a un cocodrilo,
llevando sobre su lomo y cabeza una especie de espinas de gran
tamaño; sus ojos son descritos de color rojo brillante y su boca
llena de dientes filosos; el color de su piel es verdoso, pero
también lo definen de color pardo. En algunos lugares de sur América
(Argentina), dicen que posee pelo muy fino, asimilándolo con los
murciélagos; todos concuerdan que se alimenta de sangre. En algunas
estancias (haciendas) argentinas, este extraño y desconocido ser ha
matado cientos de cabezas de ganado vacuno; a principios de la década
del 2000, en una sola ganadería amanecieron muertas y desangradas
185 cabezas de ganado; nunca hubo explicación satisfactoria por
parte de las autoridades sobre las causas reales de estas muertes.
En
algunas regiones de Chile, moradores residentes cerca de los
volcanes, afirman haber visto al Chupacabras descender de naves
extraterrestres (platillos voladores), que misteriosamente salen y
entran al interior de los volcanes.
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