Santiago
Villarreal Cuéllar
Hipertensión
arterial, mala circulación de la sangre, síntomas de artrosis,
diabetes, irritación de colon, gastritis crónica, hígado enfermo,
riñones con cálculos, y en los hombres mayores de 35 años,
disfunción eréctil y hasta impotencia sexual. Ese fue el
diagnóstico que arrojó un examen general realizado a todos los
ediles, hombres y mujeres de la ciudad de Neiva. Los rigurosos
exámenes a que fueron sometidos estos servidores públicos, fue por
obra y gracia de la alcaldía municipal de Neiva, que contrató una
Empresa de Trabajo Asociativo de Salud, y el diagnóstico fue
realizado con un aparato llamado decatrón computarizado. Este objeto
no está reconocido por la Organización Mundial de la Salud como
herramienta para diagnosticar patologías, pero los “especialistas”
de las llamadas medicinas alternativas lo utilizan. Lo más curioso
del generoso regalo de la alcaldía a los ediles en materia de salud,
consiste en las fórmulas para el tratamiento y curación de las
dolencias: vinos rejuvenecedores, potenciadores sexuales, milagrosas
gotas para curar la diabetes, purgantes para matar parásitos y laxar
los intestinos de los ediles que sufren estreñimiento, en fin, una
serie de nombres de supuestos medicamentos que suman como mínimo 6
productos para cada paciente. Y allí termina la caridad de la
administración municipal, porque las substancias las debe comprar
cada usuario con dinero de su propio bolsillo. El tratamiento menos
costoso oscila entre 500 y 650 mil pesos. Claro está que la Empresa
de Trabajo financia la compra de dichos “medicamentos” y pueden
pagarlo en varias cuotas.
El
otro embuste para estos ingenuos servidores, consiste en que ninguna
de estas substancias está registrada por el INVIMA como medicamento,
sino como alimento. Sería bueno saber ¿cuánto pagó la
administración municipal de Neiva a la mencionada Empresa Asociativa
de Trabajo? ¿Y quiénes son los asociados de la misma? Los señores
concejales que hacen control político tienen la tarea de averiguar,
lo mismo que las veedurías ciudadanas, o en su defecto la Personería
municipal, pues no hay derecho a que se juegue con la salud de las
personas.
Si
la administración municipal desea que sus ediles gocen de una
excelente salud, ¿Por qué no contrató una Entidad Promotora de
Salud? El Hospital Universitario Hernando Moncaléano Perdomo, es una
entidad científica reconocida en el sur de Colombia y cuenta con los
mejores profesionales y especialistas de la salud. ¿Por qué no
contrató con esa prestigiosa entidad? Si bien las mencionadas
medicinas alternativas poseen licencias para funcionar, no están
reconocidas por la comunidad científica y las entidades del Estado
son las menos llamadas a contratar sus dudosos servicios.
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