perfil en facebook

10/05/2012

TRAVESURAS DEL DUENDE



Santiago Villarreal Cuéllar
Los duendes son seres diminutos, pero semejantes a los humanos. Conocidos en los bosques escandinavos y la selva negra de Alemania como, gnomos, estos pequeños hombrecillos, porque no se conocen de género femenino, viven al interior de las raíces de los abetos, pinos y robles. Son juguetones, especialmente con los niños, pero también lo hacen con los adultos, aunque les temen bastante. En América Latina son de mayor tamaño y llegan a medir hasta treinta centímetros, poseen una larga cabellera, bigotes y tienen los pies hacia atrás. Su vestimenta se asemeja a la de los humanos, de acuerdo a cada región. Generalmente usan un enorme sombrero, habitan en las cuevas de las zonas boscosas y en las laderas de las montañas. Se les ha considerado peligrosos y se les acusa de robarse los niños para llevarlos y esconderlos en sus remotos lugares. Esta teoría, en realidad no es cierta, pues ellos solo juegan con los pequeños y en su travesura los conquistan y los conducen hasta sus escondites para continuar allí su jugarreta.
No obstante, existen muchos duendes que se amañan en las casas de habitación, donde juegan escondiendo los objetos de los adultos. Suelen ocultar una cuchara de la señora, la tapa de una olla, el molinillo de batir el chocolate. En las habitaciones esconden una media o calcetín, una prenda interior femenina o masculina, y muchos otros objetos de importancia para hacer rabiar a sus moradores. Hace muchos años, una familia estaba cansada de las travesuras de un duende, y decidieron vender la finca para mudarse a otro lugar, bastante lejano. Eran los tiempos que se acarreaba todo a caballo, pues no existían carreteras. Durante el trayecto, mientras llevaban el trasteo, la señora echó de menos el pilón que utilizaban para triturar maíz, café y otros cereales. Con voz de mando, manifestó a su esposo, que habían olvidado tan importante elemento. De inmediato, contestó la voz del duende en la retaguardia: “no se preocupen, que yo lo llevo sobre mis hombros.”
      

0 comentarios:

Publicar un comentario