Santiago
Villarreal Cuéllar
¿Toma cerveza a menudo para
calmar la sed? ¿Bebe en ayunas un trago de aguardiente para prevenir el
paludismo? ¿Celebra ocasiones especiales tomando licor? ¿Bebe un trago de vino
tinto diariamente para prevenir el infarto? ¿Toma trago cada que le pagan la
quincena o cada ocho días? ¿Le parece normal beber cualquier clase de licores?
Si su respuesta es afirmativa a
cualquiera de las preguntas interiores, o a todas, debe saber que se encuentra
dentro del gran grupo de enfermos psicosomáticos, llamados adictos al alcohol. La
mayoría de personas que padecen esta patología no se consideran enfermas. Y ese
es el problema por el que se niegan a solicitar tratamiento. El alcoholismo
pasó a ser la primera causa de muertes en el mundo dentro de los drogas
farmacodependientes. Hasta el año 2010, ocupaba ese grupo el tabaquismo, pero
en 2011 pasó al segundo lugar. Debes saber que farmacodependientes, no son solo
aquellas personas que consumen marihuana, cocaína, o bazuco. Los adictos al
tabaco y alcohol, también pertenecen a este grupo de enfermos. Otra cosa es,
que tanto el cigarrillo y las bebidas alcohólicas, están legalizadas y
cualquier persona las puede adquirir.
El consumo de alcohol no solo
causa enfermedades hepáticas como la cirrosis, sino que produce pancreatitis y
enfermedades de colon. Su consumo también es causante de la mayoría de
accidentes de tránsito, lo mismo que de riñas callejeras y violencia
intrafamiliar. Todos estos elementos juntos, producen muertes en todo el mundo.
Lo paradójico es que en países como el nuestro, la producción y comercialización
de alcohol genera los impuestos destinados a financiar parte del presupuesto de
la salud. Las campañas sanitarias para prevenir el consumo de esa droga, no han
producido mayores efectos y lo más doloroso es que la juventud se vuelve adicta
desde los primeros años de vida.
Si desea dejar la adicción, debes
reconocer que estás enfermo. Necesariamente debes solicitar ayuda médica y su
rama es la psiquiatría. El tratamiento es largo, costoso, pero vale la pena.
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