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3/27/2012

MITOS SEXUALES. ANTICONCEPTIVOS "NATURALES"




Por Santiago Villarreal Cuellar
Uno de los mitos más generalizados dentro de la cultura popular, es la creencia que existen métodos anticonceptivos naturales, o fisiológicos, creencia alimentada por algunas doctrinas religiosas que, oponiéndose a los métodos instrumentales para evitar la concepción le han inventado métodos alternativos que no son efectivos para un asunto de tamaña responsabilidad como es la planificación familiar.
El llamado método del ritmo, o de Ogino-Knauss, que consiste en llevar una estadística muy disciplinada sobre los días en que la mujer ovula para impedir que el ovulo se encuentre con el espermatozoide, está lejos de asegurar una verdadera protección contra embarazos no deseados. La mujer, con calendario en mano, señala las presuntas fechas en que un ovulo se desprende de sus ovarios, basada en la fecha de su menstruación. Requiere, como dije antes, de un proceso muy disciplinado en el que pueden existir muchos errores y se necesitaría de una mujer bastante saludable, como para que sus menstruaciones fueran exactas al igual que su ovulación.
Este procedimiento tiene unas estadísticas de protección de solo el 12%, por lo que en el 88% no es seguro, lo que indica una alta probabilidad de quedar en embarazo. No es recomendable desde el punto de vista científico aplicar esta metodología, por no encontrarse dentro de los rangos de seguridad para evitar embarazos.
Otro mito es la interrupción del coito, es decir, que el hombre se retira durante la relación genital antes que ocurra la eyaculación. Es un mal método, porque ya antes de la eyaculación, incluso desde el mismo instante en que ocurre una excitación y los líquidos prostáticos comienzan a fluir del órgano viril, ya existen espermatozoides que deambulan por dichos fluidos. Lo cual indica que a la primera penetración, varios espermatozoides comienzan a desplazarse al interior de la vagina y siguen su carrera hacia el útero en busca de un ovulo para fertilizarlo.
Este mito es defendido por algunas comunidades religiosas orientales, quienes aseguran tener la suficiente voluntad para no eyacular dentro de la vagina. En nuestra cultura occidental este método es defendido y propagado por los gnósticos. Dentro de las estadísticas de seguridad, este procedimiento solo es efectivo en un 20%, por lo que el riesgo de embarazos es demasiado alto: 80%. No es un método seguro ni aconsejable.
La ignorancia acerca de ciencias como la biología, anatomía, fisiología y la sexología, hacen que todavía exista una gran mayoría de gentes que crean en mitos relacionados con la sexualidad humana y de allí la irresponsabilidad con la que manejan sus relaciones sexuales y genitales.

   
 


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