Por: Santiago Villarreal Cuéllar
La presunta muerte del máximo comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, no significa el fin de la etapa guerrillera, como lo destacan algunos medios sensacionalistas, o algunos analistas políticos.
'Alfonso Cano,' como se auto-nombraba este líder guerrillero, comenzó a salir a la luz pública en la década de los ochenta durante los diálogos de paz iniciados en el área rural del municipio de la Uribe Departamento del Meta. En esa zona montañosa, 'Cano' era el entrenador militar y político de los llamados cuadros urbanos que llegaban de las ciudades, especialmente de la capital de la república, a engrosar las filas de ese grupo subversivo.
Junto con el máximo jefe de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, alias 'Tirofijo,' Jacobo Arenas, máximo ideólogo de esa guerrilla, Raúl Reyes, quien hacía las veces de secretario de la organización, todos ellos ya fallecidos, conformaban lo que se llamaba el secretariado de las FARC.
Alfonso Cano, murió en la tarde del 04 de noviembre en una zona rural del municipio de Suarez Departamento del Cauca. Según los informes oficiales del Ejército colombiano, el jefe guerrillero murió combatiendo durante al menos siete horas, y en este enfrentamiento fallecieron sus más cercanos colaboradores, entre ellos su compañera sentimental conocida con el alias de 'Patricia.'
No obstante la apoteósica algarabía despertada por varios medios de comunicación y líderes políticos, la muerte de este guerrillero en nada cambia el panorama de violencia que vive Colombia desde hace casi cincuenta años. Mientras persista la miseria, la falta de oportunidades, el marginamiento de millones de colombianos y no cambie el diabólico modelo económico neo-liberal, siempre existirán hombres y mujeres dispuestos a engrosaran las filas de los diferentes grupos armados al margen de la ley, que buscan esta salida como único medio de protestar contra el sistema. A esto tenemos que sumarle la desconfianza en el sistema electoral, que en estos últimos comicios ha sido salpicado de presuntos fraudes y otras irregularidades.
SANTIAGO VILLARREAL CUELLAR
http://nuevaera66.blogspot.com/
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