Santiago Villarreal Cuéllar
Comer cangrejos
produce efectos afrodisíacos, afirman algunas culturas de diferentes partes del
mundo. Las ostras, mejillones, camarones y demás manjares marinos han sido
asociados a la libido y la fertilidad masculina. Y ni hablar de vegetales cuya
lista es extensa. En varias partes del mundo elaboran compuestos de vegetales,
animales y hasta minerales para lograr una erección o tratar de procrear en
aquellas parejas que tienen dificultades para engendrar hijos. La ignorancia
sobre las ciencias de la sexualidad ha hecho que la culpable sea siempre la
mujer, dejando al macho a un lado. Los hombres por su parte prefieren la
pobreza económica o cualquier otra calamidad, pero se aterran cuando observan
que su pene no responde a los estímulos de una hembra. Verdaderos momentos de
pánico viven cuando tienen una erección y al momento de la penetración su órgano
se ladea como si fuera un artefacto gelatinoso. Es allí cuando recuren a toda
clase de tratamientos conocidos y desconocidos, caseros o exóticos para tratar
de levantar ese monumento caído en desgracia.
Hemos afirmado en
diferentes oportunidades que cuando este fenómeno esté sucediendo debe acudir
al médico, y sin pena o vergüenza, contar su falencia. Es muy seguro que el
profesional evaluará su caso, ordenará los exámenes necesarios para
diagnosticar la patología y recomendar el tratamiento adecuado. A veces no es
tan grave como parece y en muchas ocasiones, dolencias crónicas como colesterol
alto, triglicéridos, hipertensión, diabetes o depresión, suelen ser las causantes de esta situación.
La mente está
asociada a la sexualidad y uno de los principales órganos son los ojos. No existe
mejor afrodisíaco que ver una relación sexual, o genital. Y gústenos o no, la
pornografía ha constituido el mejor afrodisíaco conocido. Revistas con
ilustraciones, fotos, cuentos, historias sobre relaciones sexuales, levantan el
deseo sexual de hombres y mujeres. Y ni qué decir de las películas y vídeos
pornográficos. Estos hacen verdaderos milagros, y más de un terapeuta sexual
los utiliza para corregir esta patología.
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