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2/16/2016

En la soledad el alcalde de Pitalito


Santiago Villarreal Cuéllar

“Estando Pedro sentado fuera, en el patio, se le acercó una criada y le dijo: Tú también estabas con Jesús, el galileo. Pero él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.” Versículos 69 y 70, Capítulo 26, Evangelio de San Mateo.

La mañana del 5 de febrero de 2016, los laboyanos leyeron sorprendidos la noticia publicada en un diario distinto a La Nación, sobre la presunta captura del alcalde de Pitalito Miguel Antonio Rico. El burgomaestre también la leyó, y se indignó. Muchos corrieron hasta las instalaciones del nuevo edificio administrativo (sin terminar) para corroborar la información. Algunos observaron desde la calle hacia lo alto del cuarto piso, pero no vieron ningún movimiento. Los más avezados subieron escaleras arriba o tomando el ascensor, hasta llegar frente al despacho, que permanecía cerrado. Ningún funcionario dijo nada. Desde los serios vigilantes, hasta los más inmediatos colaboradores (secretarios de despacho), jefatura de prensa (si la hay) no suministraron ninguna información. Como la tortuga que esconde su cabeza y patas al menor síntoma de peligro y observan sigilosas desde la oscuridad de su caparazón para ver si cambió la situación, así se comportaron los funcionarios de la alcaldía; guardaron silencio sepulcral. El alcalde salió muy de mañana para la oficina de su amigo y confidente Álvaro Ramón Escobar, y allí permaneció hasta bien entrada la tarde. Mucha gente dio por sentado que el mandatario había sido capturado y no faltaron quienes fueron hasta la cárcel para indagar. Una señora ingresó al palacio de justicia preguntando si el alcalde estaba allí y había desayunado. “Sino le traigo un caldito,” agregó la generosa dama.  

Solo hacia las cinco de la tarde el mandatario se dirigió a la opinión pública y haciendo apología a las palabras de Hugo Chávez, quien decía: “habrá Chávez para rato,” el alcalde Miguel Rico dijo que los laboyanos tendremos alcalde para rato. ¿Solo para rato? ¿Acaso no fue electo para cuatro años? Pero extraña la actitud temerosa de sus secretarios de despacho y demás empleados, que no se solidarizaron en esas dolorosas horas de incertidumbre. ¿Acaso creyeron la calumnia? ¿No tienen confianza sus colaboradores en su jefe? Hasta la fecha no han emitido ningún comunicado institucional respaldando su alcalde, quien seguramente sí cree en ellos y les tiene confianza pues los nominó para que lo acompañen. Porque cualquier falsa noticia que genere duda hacia el mandatario, ya no es contra Miguel Rico, sino contra la administración municipal. Porque el alcalde, gústenos o no, representa la majestad de Pitalito y debemos rodearlo en momentos difíciles como este.        


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