Santiago Villarreal Cuéllar
“Y vendrá a juzgar a vivos y muertos; y los
que se hubieren arrepentido irán al reino de los cielos; pero hay de aquellos
que no se enmendaron; marcharán al mundo de los infiernos.” Los cristianos
creen firmemente en la segunda venida de Jesús, y el día que regrese ocurrirá
el juicio final.
En Colombia se llevará a cabo un juicio parecido
en los próximos cuatro meses. El histórico acuerdo firmado el 23 de septiembre
en la Habana, entre el presidente Juan Manuel Santos, y el comandante
“Timochenko,” fue el preámbulo para este juicio. Con la creación de común
acuerdo de un tribunal de justicia transicional, serán juzgados guerrilleros,
para-militares, auxiliadores de ambos bandos; altos, medios, y bajos mandos
militares que cometieron crímenes extrajudiciales a lo largo de este fatídico
conflicto armado vivido por los colombianos por más de cinco décadas. Pero no
solamente serán juzgados los anteriores, sino altos dignatarios políticos que
permitieron y ayudaron durante sus mandatos a cometer toda clase de crímenes de
lesa humanidad, o crearon grupos al margen de la ley para desatar una guerra
sucia en aras de combatir la insurgencia. Esos gobernantes y sus súbditos que
permitieron la existencia de “los pepes” (Cesar Gaviria) para combatir a Pablo
Escobar Gaviria; o quien bajo su mandato alimentó el para-militarismo para que
se tomara por completo la región del Magdalena Medio (Ernesto Samper); o quien
por acción u omisión permitió que esos secuaces irrumpieran en los llanos
orientales, Caquetá y Putumayo (Andrés Pastrana), también deben ser llevados a
este tribunal de justicia. Y ni qué decir del ex mandatario, que siendo
gobernador de Antioquia legalizó varios grupos para-militares bajo el manto de
las llamadas Convivir, o durante su gobierno nacional atizó a las fuerzas
armadas para realizar los macabros falsos positivos (Álvaro Uribe), en compañía
de su flamante ministro de defensa (Juan Manuel Santos), no pueden dejar de
comparecer ante ese órgano judicial. Porque de lo contrario no podrá haber paz
sin impunidad.
Se ha tratado de engañar a la opinión pública
con la firma del acuerdo de la Habana, haciéndonos creer que serán solo los
guerrilleros los juzgados. Pero dentro del texto completo de dicho acuerdo, se
contempla el juicio a todos los actores que de alguna manera participaron en
esta tenebrosa y cruel guerra. La astucia y el afán de la derecha gobernante de
firmar el acuerdo faltando un mes para las elecciones del 25 de octubre, tiene
una clara estrategia electorera. Vamos a ver si cuando se conozca el texto completo
del acuerdo, cantarán con el mismo entusiasmo que la paz está cerca.
1 comentarios:
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