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7/10/2015

Los fantasmas de las casas viejas



Santiago Villarreal Cuéllar

Muros de bahareque cuya estructura en guadua está amarrada con lianas (bejucos); cubierta de tejas de barro; pisos en ladrillo cuadrado; puertas y ventanas de madera dura; este es el prototipo de una casa vieja o antigua. Quedan muy pocas en esta era de modernidad cuando el ladrillo, cemento y hierro invade campos y ciudades. Y aunque está demostrado por las ciencias de la arquitectura y la ingeniería civil que estas construcciones son sismo-resistentes, la Dirección Nacional de Planeación de nuestro país prohíbe utilizar estos materiales en áreas urbanas y rurales. No sucede lo mismo en otras naciones donde esta arquitectura es valorada y conservada. Pero también existen casas viejas en material de ladrillo y cemento; casas abandonadas, o habitadas donde yacen fantasmas o espíritus de personas fallecidas; unos asesinados, otros ahorcados, o suicidados, cuyos espíritus permanecen, perturbando a sus moradores. Sucede en horas de la noche, generalmente cuando se apagan las luces; se oyen ruidos extraños, algunos similares a los escuchados comúnmente, otros en cambio corresponde a ruidos del otro lado, es decir del otro mundo; el mundo paralelo, el mundo espiritual, o el mundo de las tinieblas. Muchas de esas casas son abandonadas por sus moradores al escuchar dichos ruidos, y por eso permanecen solas; cuando llegan nuevos inquilinos, estos continúan escuchando los extraños sonidos.
La mayoría de la gente cree firmemente en la existencia de fantasmas o espíritus moradores de las viviendas viejas y abandonadas. Sin embargo, no existe evidencia cierta sobre estos fenómenos. La mayoría de ruidos de estas casas se origina en su estructura; una corriente de aire, un movimiento telúrico leve; recordemos que el planeta tierra está en constante movimiento; es un fenómeno natural y material que obedece a leyes físicas; todos estos factores, o uno de ellos, puede originar ruidos que para los oídos humanos pueden parecer de otro mundo, o cuarta dimensión como se llama en el esoterismo. Para finalizar diré como el filósofo Voltaire: “hasta de las cosas más ciertas, debemos dudar.”    


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