Santiago
Villarreal Cuéllar
Se llaman zonas erógenas
aquellos lugares del cuerpo humano que responden a los estímulos de
la libido. Estas zonas se encuentran diseminadas en muchos puntos y
lugares corporales, unas llamadas primarias y otras secundarias;
estas últimas no se pueden generalizar en todas las personas, y
mientras en algunos individuos el lóbulo de la oreja puede ser una
zona erógena, en otros no lo es. Pero por regla general casi todas
las personas responden a los estímulos en diferentes zonas de la
piel.
En el hombre las zonas erógenas
llamadas primarias, por se extrema sensibilidad, se encuentran en los
órganos genitales, pene y testículos; el pene registra varios
grados de sensibilidad, según se excite; en algunos es más sensible
la raíz, en otros el tronco, el frenillo o el glande, aunque
generalmente todo ese órgano es sensible en la mayoría de los
hombres. Igualmente la zona del escroto donde se alojan los
testículos constituye una zona de alta sensibilidad. Con relación a
las llamadas zonas erógenas secundarias, depende de cada individuo
descubrir durante los juegos sensuales, cuáles son esos lugares del
cuerpo que responden a la sensibilidad, y producen excitación. En
algunos individuos el lóbulo de las orejas puede ser una zona
erógena; otros individuos tienen alta sensibilidad en la nuca, sus
pezones, las piernas, rodillas, las plantas de los pies, las nalgas;
una zona erógena muy sensible en la mayoría de los hombres es el
ano, sin que ello signifique que sea homosexual; en ciertos hombres
la cintura se constituye en una zona erógena, mientras en otros lo
es la espalda o el pecho. La zona de tejidos que se encuentra en la
parte de la cintura hasta llegar a los órganos genitales,
generalmente responde a estímulos sexuales en la mayoría de los
individuos de sexo masculino.
Es muy importante para disfrutar
del placer sexual, conocer las zonas erógenas masculinas, y permitir
que estas sean acariciadas por parte de su pareja, pues esto
enriquecerá mucho más el conocimiento de la sexualidad.
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