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6/29/2014

La Patasola en el Caquetá


Santiago Villarreal Cuéllar

Al finalizar el año de 1988, realicé una incursión por el río Apaporis cuyas cristalinas aguas se torna en algunos lugares color turquesa, en otro lapislázuli, y en zonas despejadas de un verde indescriptible. Al amanecer de un domingo nos levantamos temprano del improvisado campamento y emprendimos caminata por la ribera, mientras nuestro calzado se hundía sobre la fina arena. Habíamos avanzado menos de un kilómetro, cuando empezamos a observar el rastro de una pisada sobre la arena. El rastro parecía de un pie bastante grande, de una longitud aproximada de 60 centímetros y sus dedos sobresalían otros 20, aproximadamente. Lo curioso de la misteriosa huella era que solo correspondía a un solo pie, en este caso el izquierdo; pero también nos sorprendió el tamaño del mismo. El rastro nos acompañó un trayecto de más de un kilómetro y luego se perdió en la espesa manigua. Uno de los excursionistas, de nacionalidad noruega, sugirió internarnos en la maleza y seguir el curso del rastro, que se distinguía sobre el terreno colorado y gredoso. Sin embargo, el baquiano que guiaba la expedición, quien había permanecido en silencio todo el trayecto, manifestó que él no iría tras ese rastro por ningún motivo, ni por precio alguno. Ante el interrogante de nosotros, éramos seis en total, contestó que ese era el rastro dejado por un espíritu peligroso llamado comúnmente la Patasola. Agregó que quien seguía el rastro, sería devorado por el espíritu, que se personificaba en una mujer horrible. Un frío recorrió nuestros cuerpos sudorosos, no obstante ser medio día y con una temperatura de 32 grados.
Siempre pensé que la leyenda o el mito de la Patasola, era solo eso, un mito. Pero al tener evidencias de ese extraño rastro sobre la arena de un río tan alejado de lugares poblados de ese bello Departamento del Caquetá, en las selvas amazónicas, hoy creo todavía que la Patasola puede ser una realidad. Aunque como dice Voltaire, hasta de las cosas más ciertas debemos dudar.     


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