Santiago
Villarreal Cuéllar
Las
investigaciones realizadas por diferentes universidades del mundo,
especialmente las norteamericanas, europeas y australianas sobre la
composición química de meteoritos caídos sobre la superficie de la
tierra en diferentes épocas, muestran elementos conocidos en nuestro
planeta. Todos estos pedazos de piedra llegadas del inmenso espacio
universal, poseen calcio, carbono, cobre, helio, hierro, oxigeno,
potasio, fósforo, zinc, para mencionar los más conocidos. Valga
decir que estos restos de meteoros corresponden a diferentes épocas,
pero los más recientes poseen el mismo componente, indicando que no
es producto del tiempo que hayan permanecido en la tierra absorbiendo
algunos de estos químicos, como afirman algunos. Estos minerales son
producto de las grandes explosiones cósmicas acaecidas hace millones
de años en todo el universo, indicando que seguramente todos los
planetas de nuestro sistema solar poseen todos, o parte de dichos
componentes en sus masas de materia. Podríamos especular que en el
inmenso universo esos elementos químicos componen los distintos
sistemas, estrellas y demás objetos inmersos en el infinito.
Sabemos
que la composición química de los seres vivos de la tierra, poseen
parcialmente algunos, o todos estos minerales encontrados en el
universo. La sangre de los humanos tiene gran cantidad de oxígeno y
hierro; en el resto de nuestro cuerpo, masa cerebral, tejidos,
músculos y huesos, encontramos varios, o todos los minerales
mencionados, que también se encuentran esparcidos en el universo.
¿Será esto casualidad? ¿O será que nuestra materia terrestre,
incluyendo la composición humana llegó del exterior de nuestro
planeta? No cabe duda, según las investigaciones científicas, todos
los minerales encontrados en nuestro planeta, tienen su origen en las
explosiones cósmicas. Recordemos que nuestro planeta es muy joven,
según las edades astronómicas, lo que indica que los minerales son
anteriores a la formación de la tierra. Es decir, que dichos
minerales llegaron a nuestro planeta en ciclos diferentes, a lo largo
de las edades de formación y evolución de la tierra. La aparición
de la vida humana es mucho más reciente, acaecida posterior a la
desaparición de los dinosaurios.
Hasta
nuestros días, dos corrientes de pensamiento predominan sobre la
explicación de la aparición del ser humano: las corrientes
religiosas politeístas y monoteístas, coinciden en asegurar que el
ser humano es creación divina, y el judaísmo y cristianismo se
atreven a decir que somos a imagen y semejanza de Dios. La otra
corriente de pensamiento es científica y afirma que el ser humano es
producto de largos años de evolución de las especies. Sin entrar en
controversia, diremos que los elementos químicos que componen la
materia humana, es de origen extraterrestre.
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