Santiago
Villarreal Cuéllar
Durante
siglos la masturbación se consideró pecaminosa y su prohibición se
extendió por el mundo. En pleno siglo XXI, la mayoría de religiones
monoteístas (judaísmo, cristianismo e islamismo) prohíben a sus
fieles practicar este comportamiento. Hace 150 años, varios médicos
psiquiatras y especialistas en salud, consideraban la masturbación
como un estado patológico dañino y causante de otras molestias como
el acné, la demencia, y pérdida de memoria.
Los
estudios revelan que el 99% de los hombres de todas las edades se
masturban, o lo han hecho en alguna etapa de su vida. Hasta hace unos
90 años se creía que las mujeres no se masturbaban y que no había
formas de hacerlo, pues solo los hombres podían manipular su pene
erecto hasta alcanzar el orgasmo. Sin embargo, los mismos estudios
dicen que un 78% de las mujeres manipulan su órgano genital hasta
conseguir un orgasmo. Es más común durante los primeros años de la
vida, pero también lo hacen teniendo una pareja masculina que no
satisface suficientemente sus necesidades sexuales.
Las
niñas desde que son fetos han sido observadas a través de
ecografías manipulando, o acariciando su vagina. Después de
nacidas, las pequeñas tienden a tocar su órgano sexual externo y
durante toda su niñez acarician esta zona erógena. Al llegar la
pubertad, sus hormonas empiezan a intensificar un inmenso deseo de
experimentar sensaciones placenteras y recurren a la masturbación
como una salida a sus deseos. Dependiendo de la educación que hayan
recibido en su niñez, ellas reprimirán esos deseos si se le ha
enseñado que estas prácticas son malas o pecaminosas, o se
masturbará sin prejuicios si ha recibido una enseñanza científica
sobre ese aspecto. ¿Conviene que una mujer se masturbe? Está
demostrado que la manipulación de los órganos genitales y otras
zonas erógenas de la mujer, al ser estimulados por ellas mismas,
enseñará a conocer su cuerpo y a experimentar placer. Estas
experiencias le servirán cuando tenga pareja para compartir y tener
unas buenas relaciones sexuales, y disfrutarlas.
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