Santiago Villarreal Cuéllar
La elección del pasado domingo 21 de abril, del ultra-derechista y facista Horacio Cartes, como nuevo presidente del Paraguay, constituye un retroceso histórico a las épocas del dictador Alfredo Stroessner, derrocado en 1989.
Cartes, miembro del partido colorado, el mismo de Stroessner, ha expresado frases homofóbicas como, "los homosexuales son iguales a los monos." O esta otra perla: "Me pegaría un tiro en los güevos, si un hijo mío se casara con otro hombre." La prensa internacional ha manifestado su inconformidad con las posturas de este empresario facista, que en pleno siglo veintiuno tiene unos pensamientos atrasados.
Los que sí están encantados con la elección de Horacio Cartes, son los terratenientes, ganaderos y empresarios, pues este representante de la derecha es férreo defensor de las alicaídas ideas neo-liberales, las mismas que tienen en la ruina a países europeos, como España, Grecia, Italia y la misma Unión Europea.
Seguramente este presidente reversará algunas de las medidas sociales instauradas por el presidente Fernando Lugo, tales como la gratuidad en la salud, considerada por Cartes como un desangre para el presupuesto nacional.
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