Por Santiago Villarreal Cuéllar
La nómina de aspirantes al Concejo municipal de Pitalito es bastante amplia. Son más de ciento sesenta, inscritos por diez partidos diferentes. Los hay de distintas profesiones y oficios. Abogados, contadores, administradores de empresas, ingenieros de varias ramas, deportistas, locutores, amas de casa, comerciantes de diferentes gremios, etc. Con la nueva Ley electoral las mujeres hacen parte (algunas a regañadientes) de todas las listas. La mayoría de concejales en ejercicio aspiran a ser reelegidos. Y no podían faltar los ex-concejales que desean (después de varios años) volver a esa corporación. Algunos porque en las elecciones de hace cuatro años perdieron su curul, otros simplemente porque no aspiraron.
El caso del ex-concejal David Melo Esguerra, quien fue concejal por tres periodos consecutivos desde 1992 hasta el año 2004, es muy particular. Este dirigente viviendista, que ha gestionado cantidades de subsidios para mejoramientos de vivienda urbana y rural, no aspira porque él quiere, sino porque muchísima gente le ha pedido regresar a esa corporación. Y lo acompañamos en esta batalla política porque lo conocemos y sabemos de sus capacidades, cualidades, y virtudes para que represente nuestros nobles intereses.
David Melo es un hombre que surgió desde abajo. Su firme decisión, su inquebrantable carácter y su persistencia, lo llevaron a ocupar algunos cargos públicos en la década de los ochenta. Luego decidió que debía ser concejal y lo logró. Pero la aspiración de David Melo no obedeció a apetitos personales, ni a vanidades del ego. Cuando llegó al Concejo se dedicó a trabajar por lo que a él más le gusta. Se colocó al servicio de los más necesitados. Y qué mejor forma de ayudar a los pobres que gestionando subsidios de vivienda. En plena vigencia de la Ley 3 de 1991, por la cual se creó el INURBE, David Melo aprovechó sus conocimientos y habilidades en materia de proyectos, presentando una gran cantidad a ese ente gubernamental. Debido a su tenacidad, la mayoría le fueron aprobados. Posteriormente se desplazó a la zona rural, donde las necesidades de mejoramiento de vivienda son aun mayores, y con la ayuda de la Caja de Crédito Agrario (hoy Banco Agrario de Colombia), gestionó más de mil quinientos subsidios. Fue así como se volvió famoso como viviendista. Hace ocho años decidió no volver al Concejo. Pero no se quedo quieto. Y ha sido quizá los ocho años más fructíferos de su vida, porque no solo continuó gestionando subsidios para mejoramiento de vivienda, sino que construyó cuatro urbanizaciones. Su mayor aspiración ha sido dejar historia, fundando un barrio. Fundó cuatro y ahora aspira fundar muchos más.
Una de las particularidades de este pionero de la vivienda, es que a diario llegan a su oficina 401 de la calle 7 No. 5-08 de Pitalito, cantidades de hombres y mujeres, para manifestarle su apoyo al Concejo. Son muchas las personas que le expresan sus sentimientos de gratitud, porque recibieron hace quince, diez, u ocho años, un subsidio. Toda esa gente, se ha constituido en un gigantesco equipo humano, que hoy está trabajando para que David Melo regrese nuevamente a la corporación edilicia. Una de las tantas virtudes de este hombre sencillo, consiste en que no es sectario. Extiende su ayuda a todas las personas sin diferencias ideológicas, políticas o religiosas. Basta que sea un humano y necesite una ayuda, para que David Melo le extienda su mano generosa. Y precisamente para evitar esos sentimientos partidistas y sectarios, decidió inscribir su nombre por un Partido político incluyente. Es avalado por el Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia, AICO. Que mejor partido que aquél que representa nuestros ancestros étnicos. Le correspondió el número 10 en el tarjetón electoral para Concejo.
SANTIAGO VILLARREAL CUELLAR
http://nuevaera66.blogspot.com/
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