Por Santiago Villarreal Cuéllar
El próximo 28 de julio, se posesionará como nuevo presidente de la República del Perú, el ex-militar Ollanta Moisés Humala Tasso, líder del movimiento nacionalista peruano, lo que sin duda traerá grandes cambios políticos, sociales y económicos en la nación andina.
Aliado del presidente venezolano Hugo Rafael Chávez Frías, Ollanta ganó en su segundo intento por la presidencia de su país, utilizando un discurso moderado y guardando distancia del líder venezolano. Pero no cabe duda que al asumir la jefatura del Estado, comenzará a realizar una verdadera revolución para cambiar, primero el modelo económico neo-liberal impuesto por el ingeniero Alberto Fujimori desde 1990, lo que sin duda desarrolló y hizo crecer la economía de la nación, pero amplió la brecha entre ricos y pobres. En realidad el crecimiento económico de las economías neo-liberales se mide por la prosperidad de los ricos, pero no cuenta la gente que cae en la miseria, incluso después de haber ocupado una buena posición económica (clase media).
Quien saldrá perdiendo influencia política y económica con la llegada de Humala, serán los Estados Unidos, quienes tienen una gran influencia desde la llegada de Fujimori, hasta la actual administración de Alan García Pérez, con quien lograron firmar un Tratado de Libre Comercio en condiciones desventajosas para la nación Inca. Vientos de cambio se avecinan, lo que será sin duda beneficioso para las clases menos favorecidas de esta hermosa nación suramericana.
SANTIAGO VILLARREAL CUELLAR
http://nuevaera66.blogspot.com/
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