Santiago Villarreal Cuéllar
¿Has observado alguna vez cuántos vehículos
circulan durante media hora en cualquier tramo de la carretera Neiva-Pitalito?
Multiplique el valor cobrado en cada peaje por cada vehículo y te darás cuenta
la magnitud del descomunal negocio. La concesión de estas minas de dinero se
las da el gobierno a familias encumbradas, generalmente para pagar favores
políticos. Algo parecido a las notarías; también son minas para generar dinero para
quien las recibe y claro está, se nomina al amigo político. Del dinero
producido por los peajes, una pequeña parte va para las arcas públicas para
pagar la concesión; otra pequeña porción la invierten en el mantenimiento de la
vía cercana al lugar donde funciona el peaje; el resto va para las faltriqueras
de los concesionarios.
Por estas semanas se ventila la infausta
noticia de que en el Huila serán reubicados dos peajes y se establecerán otros
dos. Todavía me resisto a creer que semejante infamia se cometa por parte del
gobierno nacional contra nuestro departamento. Me pregunto, ¿qué karma
estaremos pagando los huilenses para que el presidente Santos y su
vice-presidente Vargas Lleras decidan semejante atropello? ¿Será que nos están
pasando la cuenta de cobro por haber perdido las elecciones en primera vuelta
cuando el presidente Santos quedó de tercero frente al primer lugar de la
extrema derecha y segundo después de la izquierda? ¿Acaso no ha superado la
derrota de la segunda vuelta cuando la extrema derecha le dio una muenda y el
voto en blanco puso su cuota? No creo que el señor presidente sea tan mezquino
como para tomar esa clase de represalias contra los huilenses.
Sobre este tema se formulan muchos
comentarios; dicen algunos que los nuevos peajes serán para recaudar el dinero
para financiar la doble calzada Neiva-Pitalito-Puerto Asís. Pero no puede ser
cierto; primero porque en ninguna parte del mundo se cobran por adelantado las
obras públicas. Claro que estamos en Colombia, donde como dijo nuestro escritor
Gabriel García Márquez, “la ficción parece realidad y la realidad ficción.” En
segundo lugar, hasta donde estoy enterado esa doble calzada que comienza en la
ciudad de Girardot, solo llegará hasta Aípe. De Neiva continuará hasta
Campoalegre; en el resto del tramo se construirán túneles falsos por algunos
kilómetros, en aquellos lugares donde la vía actual representa serios peligros
de accidentalidad. Pero estamos a la espera del pronunciamiento en contra de
estos peajes por parte de la clase parlamentaria, el gobernador, los diputados, alcaldes,
concejales y toda la clase dirigente del Huila. ¿O será que corresponderá al
pueblo organizar paros y protestas para detener semejante bellaquería?
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