Una delicada locura
Santiago Villarreal Cuéllar
"No existen pruebas que corroboren la denuncia del periodista de Pitalito, Rodrigo Rojas Garzón, sobre un presunto secuestro en su contra." Manifestó el fin de semana el Comandante del departamento de Policía Huila, Santiago Camelo.
La Policía reunió pruebas contundentes mediante investigaciones realizadas por el grupo GAULA, y constató que el caso del defensor de los derechos humanos de Pitalito, y corresponsal del Diario del Huila, no corresponde a la realidad.
Personalmente publiqué la noticia en Nueva Era, porque almorcé el día lunes 12 de mayo de 2015 con el periodista, y de alguna manera me convenció su historia. Ante todo porque conozco a Rodrigo Rojas desde hace muchos años y siempre he creído en la seriedad de esta persona. Sin embargo, los dictámenes policiales son irrefutables y demuestran que ese hecho no fue real.
Ahora bien, se ha conocido de fuentes extraoficiales, que Rodrigo frecuentaba un lugar donde consumen la bebida de un narcótico conocido popularmente como yagé, cuya liana es muy conocida en la Amazonia bajo el nombre añahuasca. Sus efectos son parecidos a los de quien consume marihuana, ocasionando alucinaciones y delirios, conocidos en psicología como compulsiones inducidas. Se sabe que el periodista consumió la noche del sábado 10 de mayo de 2105 una dosis de esta bebida. No se descarta que al surtir efectos sobre su mente, provocó una convulsión, originando un delirio de persecución, y eso seguramente provocó en él, la idea de un supuesto secuestro.
Quienes nos consideramos sus amigos, sentimos un gran alivio saber que no fue víctima de secuestro y más bien obedeció a un momento de alucinación mental, fácil de corregir si es tratado por profesionales de la psicología, o la psiquiatría, si es del caso. Me solidarizo con su estado de salud y esperamos pronto su regreso.
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