Santiago Villarreal Cuéllar
Hace más de sesenta años, las facultades de
medicina y sus diferentes especialidades de todo el mundo, trabajan para lograr
conocer las verdaderas causas que originan el cáncer en sus distintas formas.
Miles de personas mueren diariamente alrededor del globo terrestre, víctimas de
esta incurable enfermedad. Los tratamientos desarrollados por la medicina
convencional, se limitan a la quimioterapia, el suministro de algunos fármacos
que no producen efectos satisfactorios, y en algunos casos, cuando el tumor
maligno todavía no ha hecho metástasis, se practican cirugías que resultan ser
exitosas. Los promotores de las llamadas medicinas alternativas, a veces son
más irresponsables, prometiendo a sus pacientes, curación. Desafortunadamente,
muchos enfermos, que aún pueden tener alguna esperanza con tratamientos
convencionales, se someten a los placebos de estas medicinas alternativas, para
finalmente terminar decepcionados, y buscar la medicina oficial, cuando ya la
enfermedad está avanzada y la esperanza de cortar el mal es imposible.
Diferentes corrientes de medicinas
alternativas, dicen poseer tratamientos efectivos para curar esta dolencia. Los
hay desde el consumo de carne de serpiente cascabel, que no ha dado resultados
satisfactorios, pasando por plantas medicinales como el anamú, y la sangre de
chulo. Esta ave es muy conocida en todas partes del planeta, siendo su
característica principal, su alimentación basada en la carroña. Se conoce con
diferentes nombres según la región, y las hay de varias especies. El cóndor de
los Andes es el ejemplar de mayor tamaño de esta ave; en algunas regiones se
conoce con el nombre de chicóra y en México desde los Aztecas es conocido como
zopilote. El tratamiento consiste en suministrar al enfermo la sangre de esta
ave, de forma oral. Esa fue en principio la fórmula, que no sabemos quién la
inventó, pero como en todos los casos de la medicina popular, comenzaron
tomando sangre y terminaron consumiendo todo. Pronto empezaron a preparar caldo
de su carne y huesos, pero hasta
la fecha no se conocen resultados satisfactorios que verifiquen la curación
definitiva de la enfermedad.
2 comentarios:
Perdón pero quién escribe éste artículo, no tiene ningúna forma de probar alguna teoría.
Si no tiene ni conocimiento ni formación ni cómo probarlo
Es mejor que no escribe.
Haga primero una investigación, una experiencia y así puede escribir, basado en casos conocidos.
Gracias por abstenersen de leer arcitulos sin fundamentación
No hay claridad del tema
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