Santiago Villarreal Cuéllar
Un dicho popular dice que cuando las comadres
se pelean, se sacan todos los cueros al sol. Esto sucede entre los dos
principales candidatos presidenciales de la derecha, el presidente candidato
Juan Manuel Santos y el candidato títere de Uribe, Oscar Iván Zuluaga. Este par
de comadres se están jalando las mechas y el reguero de pinzas grasientas y
malolientes que diariamente caen al suelo, ventilan la podredumbre de estos 12
años de gobierno derechista; 8 de Uribe y 4 de Santos, que pretende prolongar
otros 4. Claro está que el pueblo no
debe caer en la astuta trampa tendida por estos tres payasos de circo que
pretenden aparecer en el escenario nacional como enemigos políticos. Uribe,
Santos y Zuluaga representan lo mismo, proponen lo mismo y no cambiarán nada el
establecimiento estatal. Los tres son defensores del modelo económico neo-liberal;
esta tripleta corrupta fue la que se arrodilló para imponer los T.L.C. con
Estados Unidos y la Unión Europea; este trío de zorros no hicieron nada durante
sus gobiernos para reformar el criminal sistema de salud; los tres vendieron el
país a las multinacionales mineras en detrimento del medio ambiente; y estos tres
siniestros personajes son responsables de la actual postración del agro
colombiano, que ha obligado a cientos de miles de campesinos a taponar vías
como única salida a su justa inconformidad. Ahora que se sacan los cueros al
sol, gran parte del país, incluyendo algunos encumbrados que engullen parte del
pastel estatal, están a disgusto con esa forma de hacer política. La mayoría de
los colombianos también observan con desprecio esa pelea absurda, mientras los
grandes problemas del país son dejados de lado, porque el candidato presidente
está más preocupado en seguir mechoneando a su comadre para tratar de distraer
el circo en que han convertido la nación.
Y mientras las comadres se pelean los otros
dos candidatos de la derecha, Martha Lucía Ramírez y Enrique Peñalosa, miran
para otro lado y se hacen los atareados en sus campañas, pero tampoco proponen
nada nuevo al país. Ninguno aborda la solución estructural de los grandes
problemas nacionales, limitándose a hablar de la seguridad, como si la ola
delincuencial que azota la nación no fuera consecuencia de las políticas de
inequidad defendidas por ambos, cuando han estado en el gobierno.
Mientras las comadres se pelean la candidata
Clara López es la única que propone reformas profundas y estructurales para
sacar a Colombia de la difícil situación. Me parece que el programa de Clara
debe analizarse y merece un voto de confianza.
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