Santiago Villarreal Cuéllar
Algunas veces me he preguntado, si la
reencarnación fuera un hecho cierto, y si tuviera conciencia y poder para decidir
en qué cuerpo me gustaría regresar; aunque parezca locura, tomaría la semilla
de una aceituna; he visto esos viejos árboles de olivo que se encuentran en
algunos lugares del Mediterráneo griego, el sur de Italia, España, Marruecos;
algunos milenarios, otros con ochocientos y novecientos años. Vivir mil años,
ser acariciado por los fríos vientos que anuncian el invierno; ver los copos de
nieve agarrados de las ramas; observar esos tallos convertidos en bellas flores
en primavera; sentir los primeros rayos de calor anunciando el quemante verano;
encorvarse por el peso de los frutos en otoño; sentir las delicadas manos
cosechando los frutos; deslizarse viscoso en aceite y ser engullido por
millones de comensales.
Pregunté a un adolescente en qué cuerpo le
gustaría reencarnar y me respondió con entusiasmo, que le encantaría hacerlo en
el caballo reproductor de un pariente suyo; hace ocho años vive, come, recorre soberbio
el potrero y monta yeguas cada dos días, reiteró con pícara sonrisa.
Definitivamente no me gustaría reencarnar en
gusano. Desde niño he observado estos pequeños seres en forma de oruga moviéndose
de un lado a otro. Algunos son lisos, matizados de colores; muchos se camuflan del
mismo color de la corteza de los árboles que le sirven de hábitat; su vida es
corta, no sobrepasan los dos meses. Otros poseen pelos puntiagudos, unos
blancos, otros verdes y muchos matizados de bellos colores; si alguien rosa sus
pelos sufrirá una reacción alérgica; es su forma de defenderse. Los humanos los
persiguen para matarlos, bien porque son víctimas de su veneno, o porque muchos
de estos se comen las hojas de los cultivos. He visto algunos gusanos largos
camuflarse en forma de pequeña rama cuando observan una ronda de hormigas, y
estas pasan por encima de él sin detectarlo; otros los he visto sobrevivir
atravesando una carretera por donde transitan muchos autos; no era su hora.
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