Santiago
Villarreal Cuéllar
“Gracias a Rosa Salazar, Timaná
fue visitada por muchísimas personas, que a diario llegaban de todas partes del
país y del exterior.” Manifestó el párroco de la Iglesia San Calixto, patrono
de este municipio, ubicado al Sur del Departamento del Huila. Esto lo manifestó
durante la homilía pronunciada, la tarde de las exequias de una de las mujeres
más famosas de Colombia y de varios países del mundo, celebrada en noviembre de
1988. Se llamó Rosa Salazar, una mujer que no conoció la escuela, ni aprendió a
leer ni escribir, pero que desde la década de los años cincuenta, su casa,
ubicada a una cuadra del parque principal, se convirtió en sitio de
peregrinación. Allí llegaban a diario, gentes de todos los rincones de
Colombia, de naciones latinoamericanas y hasta de Europa. Personas de todas las
razas, sexos, clases sociales y niveles de educación.
Acudían en busca de curación para
enfermedades desconocidas; llegaban para que les devolviera el esposo, esposa,
o amante que se había marchado; otros llegaban buscando una salida a sus
penurias económicas; todos buscaban alivio a sus problemas del cuerpo y del
alma. Y fueron muchos los que recibieron el milagro. De allí su fama. En la
década de los setenta y ochenta, mucha gente permanecía hasta tres días
esperando para poder hablar con Rosa. Era una mujer de regular estatura,
delgada, de poco atractivo físico, que nunca se bañó en su vida, por lo que su
olor desagradable se percibía a varios metros de distancia. Sin embargo, este
aspecto no impidió que las más encopetadas damas, la abrazaran para expresarle
sus sentimientos de gratitud por los favores recibidos. Siempre vistió de
negro, y estuvo rodeada de perros y gatos flacos. Los pasillos de su casa,
estaban repletos de sacos de fique, llenos de velas que hacía llevar de todos sus
clientes.
Para unos fue una médica
excepcional; para otros fue una mujer sabia; pero para la mayoría de la gente,
Rosa fue la bruja más famosa.
6 comentarios:
me hubiese encantado conocerla
aquiero conecer a todas las personas que conocieron aRosa Salazar yo soy de Timana vivo en Canada y estre pronto de regreso muchas gracias por su colavoracio es poe el bien de la humanidad.
Fue una persona muy sabia y muy caritativa con las personas que no podían pagarle. Una gran vecina
Yo era vecino de rosita, la conocí igual que a su esposo, que sabía sabia
El autor de este Blog la ha descrito tan bien como está en mi memoria, en los recuerdos de mi infancia, en la vecindad que compartimos.
Sus gatos que mudaban a nuestro solar, los olores de su casa, el desorden y la dejadez de su estilo de vida.
Alejito, su compañero de vida, siempre amable y el encargado de los mandados.
Rosita "la de Alejo", como la llamábamos en mi familia, nunca salía de su casa, excepcionalmente, quizás.
Y sí, crecí viendo el andén de su casa con personas que la esperaban por horas o días para ser atendidos por ella.
En todo caso, Rosita fue un personaje de Timaná; gracias por rememorar pasajes de nuestra Villa de la Gaitana.
Con gusto, Elena Sterling
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