Por: Santiago Villarreal Cuéllar
Hasta hace cuarenta años ser obeso era sinónimo de buena salud. Un bebé con sobrepeso, era un niño "bonito," alentado. Sin embargo, los adelantos científicos en medicina nos ha demostrado que la obesidad es una grabe enfermedad. Los países desarrollados poseen el mayor número de obesos del mundo, pero las naciones subdesarrolladas tienen más del cincuenta por ciento de su población con este problema. La alimentación basada en harinas, comidas chatarra, gaseosas, exceso de azucares, constituyen la principal causa de esta enfermedad. Existen otras patologías como la ansiedad, que origina deseos de comer a cada instante, o desordenes en la glándula tiroidea, causa de algunos casos particulares de obesidad.
En el sistema capitalista especulador, toda enfermedad constituye una forma de explotación económica. Por tal razón, a diario nos bombardea la televisión, la radio y medios escritos, con toda clase de "formulas" para adelgazar. La faja reductora, el elixir adelgazante, el gel milagroso, la maquina para ejercitar los músculos, píldoras, y una infinidad de dietas recetadas por personas no profesionales en la materia. Muchos médicos cirujanos, colocando a un lado su ética profesional, practican toda clase de cirugías para ayudar a adelgazar. Se sabe que una persona que no sobrepase los cien kilos de peso, no es apta para practicarle una liposucción. Sin embargo, a diario realizan esta operación a pacientes, especialmente mujeres, que no cumplen este requisito.
Una formula para adelgazar: visite primero a su medico general de confianza. Después de un examen completo, él resolverá si lo remite a un especialista, que puede ser un nutricionista, un endocrinólogo, o en el último de los casos a un cirujano. Cada paciente posee una patología particular, por lo que ningún "remedio" sirve para toda persona. Lo que se gasta en dinero comprando elementos de dudosa efectividad, inviértalo en la medicina convencional o científica. Finalmente diré: no se conoce una causa específica que cause la obesidad. Por la misma razón, no existe un tratamiento efectivo ni único para curar los obesos.
SANTIAGO VILLARREAL CUELLAR
http://nuevaera66.blogspot.com/
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