Santiago Villarreal Cuéllar
Las relaciones sexuales y genitales entre
humanos y animales es una práctica antigua que se remonta a ocho mil años antes
de cristo. Una pintura rupestre encontrada en una cueva del norte de Italia,
muestra la figura de un hombre tratando de penetrar un animal. A lo largo de la
historia los humanos han creado lazos de amistad y afecto con algunos animales,
hasta llegar a desarrollar sentimientos que van más allá del afecto, pasando a
ser amantes. Algunos mamíferos como los perros, monos y cerdos por tener una
corteza cerebral más desarrollada que otros, pueden expresar sentimientos que
sobrepasan el simple afecto y llegan a ser receptivos ante las pretensiones
humanas.
Psicológica y psiquiátricamente la zoofilia
corresponde a una patología conocida como parafilia,
compulsión obsesiva consistente en encontrar placer sexual, no solo en la
cópula entre humanos, sino utilizando diferentes objetos u elementos, entre
ellos los animales. Ahora, muchos hombres llegan a tener como pareja permanente
a su perra, una cerda, o una mica (mona) pues estos animales son los más
susceptibles a tener afinidad sexual y genital con los humanos. Pero hay
hombres que sostienen relaciones genitales con vacas, burras, yeguas, e incluso
gallinas. Las mujeres también llegan a tener fuertes lazos afectivos y sexuales
especialmente por los perros pues estos animales desde muy cachorros, les
encanta masturbarse sobre el cuerpo de las personas y si son entrenados para
estos menesteres, serán excelentes amantes.
Muchos estados del mundo legislaron para
castigar la práctica de la zoofilia, tipificando esta compulsión como
delictuosa. No obstante, con el avance de la ciencia y al demostrar que esta
práctica constituye una patología clínica mental la mayoría de naciones del
mundo occidental despenalizaron la zoofilia, dejando a la parte sanitaria que se responsabilizara del tratamiento de
estos individuos. Pero como a los estados tampoco les importa las enfermedades
mentales de su pueblo, sencillamente la parafilia
continuó su avance. El reconocimiento de los derechos de los animales en muchas
naciones, ha revivido la penalización de la zoofilia.
0 comentarios:
Publicar un comentario