Santiago Villarreal Cuéllar
Un 18 de diciembre de 1538 fue fundado el
hermoso municipio de Timaná, según versión de varios historiadores de la época
y de quienes recopilaron documentación
posterior sobre este acontecimiento especial. Valga el momento para resaltar el
extraordinario trabajo de recopilación histórica realizada por dos importantes
personalidades oriundas de este maravilloso terruño, cuya obra fue lanzada en
diciembre del año pasado bajo el título de “Timaná en la Prehistoria, Historia
y Colonia, hasta nuestros Días.” Gracias a la iniciativa y tesón de don Enrique
Rivera Orozco y Pedro Nel Jiménez Sterling, el primero lamentablemente
fallecido y el segundo, ex alcalde del municipio, quien prepara el segundo tomo
para continuar este trabajo histórico. No existen datos de otras personas,
nacidas en esta Villa de ensueño, que hayan escrito historia sobre nuestro
municipio, porque debo decirlo con orgullo, también nací en Timaná.
Y como estamos hablando de historia, quiero
rememorar algunos acontecimientos sobre el fin de la segunda guerra mundial. De
todos es conocido que la presunta muerte del líder alemán Adolfo Hitler
continúa siendo un misterio. Los cadáveres encontrados en el búnker presentados
como los restos del fürer, su compañera Eva Braun y sus más allegados
lugartenientes, siguen generando duda porque en esa época no se hicieron
pruebas que corroboraran plenamente su identidad. Algunos historiadores
aseguran que Hitler huyó con vida, viajando a Latino-América, siendo Argentina,
Bolivia, Brasil y Chile su posible refugio. Para nadie es secreto que muchos ex
oficiales pertenecientes a los servicios secretos nazis llegaron a varias
naciones latinoamericanas, donde recibieron refugio, algunos con identidades
falsas y aquí murieron de viejos, salvo algunas excepciones. Colombia no fue
ajena a esa migración y en muchos lugares apartados de las grandes ciudades
capitales se refugiaron varios nazis, quienes huían de la justicia
internacional.
En la década del setenta, durante mi niñez,
conocí un hombre alto, delgado, de tez blanca, ojos azules, y calvo, que en muy
pocas oportunidades se le veía en las polvorientas calles de Timaná. Recuerdo
haberlo visto unas dos veces caminando en lo que en esos años se conocía como
la vuelta de San Calixto, en la salida de Timaná hacia Pitalito. Cubría su
cuerpo con una gabardina y llevaba una sombrilla negra. Vivía en casa de la
señora Inés Artunduága, por la carrera 3, frente al parque principal y allí
funcionaba una farmacia. De vez en cuando el alemán, como le decían, formulaba
algunos enfermos, pero sin salir al mostrador. Escuché decir a algunos que este
hombre era nada menos que Adolfo Hitler, quien vivió muchos años, murió y fue
enterrado en Timaná.
2 comentarios:
Confirmo la historia: dicen que llegó un hombre muy parecido, pero muy parecido, a Hitler, momentos después de la Segunda Guerra Mundial a Timaná(pueden preguntar a los viejos del pueblo). Y, montó, una droguería cerca al parque central. Hay narraciones orales que determinan que llegó con un camión con artefactos desconocidos, el cual, él los enterró en una de sus propiedades(se supone que es el oro con el cual él se escapo de Alemania). La casa de Hitler donde vivió en Timana hasta morir en "paz", hoy es la sucursal del edificio Revivir IPS Clínica Valle de Laboyos. Hay que empezar a buscar por ahí.
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