Santiago Villarreal Cuéllar
La paz constituye el anhelo de todos lo seres humanos; buscar la paz interior o esa paz espiritual como la llaman los creyentes; la paz en el hogar, con los padres, hijos, los vecinos, con los animales y con la naturaleza.
Cuando un país como Colombia ha vivido una guerra durante décadas, todas las generaciones que nos ha correspondido vivir este conflicto deseamos esa paz entre compatriotas. Y cuando esa paz se busca por medio de una negociación y diálogos civilizados, los humanistas defendemos ese noble propósito del gobierno y de los alzados en armas.
Entonces se escribe sobre la paz, los artistas de todos los géneros hacen sus obras haciendo apología a la paz, y los compositores de música le cantan a la paz.
La trabajadora social Piedad Pertuz Molina, una excelente mujer, humanista, amante de la paz y la justicia social, también compuso un bello canto o poema a la paz de Colombia. Con el permiso de la autora, me permito reproducir este bello canto.
COLOMBIA Y
LA PAZ1
© Por Piedad
Pertuz Molina
¿Por qué
lloras, Colombia?
Dime pronto
la verdad,
porque yo
soy hija tuya
¡y te quiero
consolar!
Es que de
hace mucho tiempo
yo siento la
iniquidad
que existe
en mi territorio
y no la
puedo controlar.
Primero los
españoles
vinieron de
más allá,
con la
bayoneta en la mano
y la cruz a
dominar.
Mataron a
muchos nativos
para poderlo
lograr,
y como
tenían muchas armas,
los pudieron
dominar.
Esclavizaron
mi gente,
la lograron
humillar
y religión y
lenguaje
ellos
hicieron cambiar.
Se llevaron
los tesoros
del
patrimonio ancestral,
porque eso
disque valía
muchos
reales por allá.
Luego llegó la guerra partidista por doquier,
y
organizaron dos bandos que querían siempre el poder.
Pa´ robarse
los recursos, nuestro dinero también
creando lo
que llamaron la guerra por el poder.
Liberales asustados por la vida no perder
se fueron a
las montañas pa´ poderse defender
y así forman
la guerrilla, que conocen desde ayer
y ahora le
echan la culpa a Cuba y hasta a Fidel.
Llegaron así
otros grupos, paramilitares también
que querían
poner el orden, donde nada estaba bien
y empezaron
a matar gente, campesinos, estudiantes,
indígenas, y
a los jóvenes también.
Justificaron
masacres la guerrilla y el gobierno,
obligándonos
a todos a vivir en un infierno,
a
poblaciones enteras hicieron salir corriendo
robándose
así las tierras de los que salieron huyendo.
Así continúa
la guerra aumentando su crueldad
desplazando
campesinos, que se querían salvar,
viniéndose a
las ciudades con su familia a luchar
creciendo
así la miseria en el campo y la ciudad.
La ley
narcotraficante
en Colombia
logró ganar,
y hasta al
mismísimo Congreso
ellos
lograron llegar.
Vinieron
muchos bandidos,
capos de acá
y de allá
y mataron a
toda la gente
que no quiso
cooperar.
La vida no valía nada, ella se podía comprar,
con todo el
dinero sucio que pudieron amasar,
y con la ley
de extradición que aquí se logró aprobar
a los
Estados Unidos unos fueron a parar.
Y después de
muchos años de vivir tanta maldad,
tan solo dos
de esos grupos quieren hoy firmar la Paz
y se
encuentran en La Habana tratando de negociar
esa que
tanto anhelamos, esa a quien llamamos Paz.Ahora quieren argumentos pa’ la
guerra continuar,
y existen
hoy colombianos que se dejan engañar
y gritan a
todo pulmón:
“¡Que siga
la guerra ya!”
Y se
encuentran divididos
entre la
guerra y la Paz,
pocos quieren
seguir la guerra
muchos
quieren hoy la Paz.
Aprovechan
tal desorden que existe en la población
esas
multinacionales que ya vienen por montón,
a robarse
los recursos
que tiene
nuestra nación.
Hoy te pido,
hija mía, si me quieres ayudar
pa’que
alertes a mis hijos
para que
busquen la Paz,
porque es la
única forma de encontrar felicidad.
Y le pido al
Dios Divino
que de mí
tenga piedad,
para que se
unan mis hijos
en gran
solidaridad.
Y después no se arrepientan, cuando tengan que marchar
a ese mundo
tan divino que nos ofrecen allá,
las Sagradas
Escrituras de acuerdo con la moral,
de lo que
cada uno hizo con el bien o con el mal.
Confío en
que todos mis hijos
la razón
recobrarán
y de hoy en
adelante
¡vivamos
todos en Paz!
1 Autorizo la publicación o reproducción, parcial o total, por cualquier medio físico, mecánico o electrónico siempre que se cite la autora.
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