Santiago Villarreal Cuéllar
Cuentan quienes conocieron el Pitalito de los años 50 del siglo pasado, que el mercado, o plaza de mercado como la llamamos los colombianos, se ubicaba en el parque José Hilario López, y en esa época no había tanto tráfico de vehículos automotores, pero en cambio si muchos caballos, mulas y burros, principal fuente de transporte de los campesinos a la ciudad.
Después del medio día del sábado, que era y sigue siendo el día tradicional del mercado, el parque-plaza quedaba lleno de basuras y como en esa época llovía mucho más que en estos tiempos del recalentamiento global, la mayoría de las veces quedaba hecho todo un lodazal. Muchos hombres se quedaban en el pueblo, bebiendo chicha, cerveza los más pudientes y aguardiente aquellos que podían comprarlo. Llegada la noche, algunos desfilaban con su cabalgadura hacia la carrera 7, entre calles 2 y 3, donde era la vía hacia San Agustín, pero no para marcharse a sus hogares, sino para continuar la beba, eso sí, muy bien acompañados de mujeres de la vida alegre (prostitutas) de aquella época pues en ese lugar existieron los primeros prostíbulos de los que se tiene memoria en nuestro bello terruño.
El ejemplar de mulo que muestra la imagen, no corresponde a los años 50, sino a la fecha del jueves 15 de mayo de 2014, en pleno centro de la ciudad: Carrera 4 con Calle 7 esquina; quien monta el mulo es "Medina," uno de los mejores amansadores de burros, mulas y mulos, según los que conocen del tema. Es bueno recordar que el mulo y la mula, es la consecuencia del cruce de una yegua y un burro, cuya gestación dura 12 meses.
Cuando vi al señor "Medina" montando el hermoso ejemplar de mulo, estacionado a un costado de la calle, imaginé los años 50 y solicité permiso para tomar una fotografía, a lo que accedió gustoso.
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