Santiago Villarreal Cuéllar
La espiritualidad no siempre está relaciona
con aspectos religiosos; durante siglos nos enseñaron a ser creyentes,
dogmáticos; a orar, o rezar; adoramos ídolos, imágenes, dioses abstractos,
hasta llegar a la superstición; creemos en supuestos poderes de piedras, aguas,
u otros elementos externos, culminando en una rutina, y abandonando la
verdadera vida espiritual.
Naturalmente la espiritualidad es más fácil encontrarla
en las diferentes corrientes filosóficas y religiosas. En las religiones
monoteístas (judaísmo, islamismo y cristianismo) y sus derivaciones sectarias,
mucha gente, quizá un 70%, vive realmente una vida comprometida espiritualmente.
En las religiones politeístas y sus ramificaciones, también el 80% de sus
adeptos viven una experiencia espiritual. Son
muchas las personas alrededor del mundo, que sin pertenecer a ninguna
denominación religiosa, vive espiritualmente. Muchos ateos también tienen una
vida espiritual, porque para inspirarse en estos asuntos no necesariamente
necesitamos de religiones.
El concepto espiritual es subjetivo, y por
esa razón las ciencias sociales, específicamente la psicología, enseña que la
tranquilidad mental, la meditación y otros hábitos personales, generan en el
ser humano una verdadera vida espiritual. Ahora, lo importante es que usted se
identifique plenamente con la espiritualidad sin importar la corriente de
pensamiento filosófico o religioso al cual pertenezca. Si usted es católico,
protestante, budista, masón, gnóstico, judío o musulmán, debe aprovechar esa
maravillosa doctrina para vivir plenamente su espiritualidad. El ser espiritual
es aquella persona tranquila, tolerante, sin prejuicios de ninguna naturaleza,
comprensiva, radiante de energía positiva, optimista y sin rencores o
remordimientos. Los seres verdaderamente espirituales no reniegan de la vida,
de las dificultades y de las enfermedades. Busca soluciones, propone
alternativas a las distintas dificultades tan comunes en el ser humano, y acude
a los médicos buscando tratamiento para sus patologías.
Si deseas llegar a un alto nivel espiritual en
su vida, contempla las aguas (ríos, lagunas, mares), observa detenidamente las
flores, vea los detalles de su formación y sus colores. Admire la belleza de
las montañas, los valles y vivirás plenamente la espiritualidad.
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