Santiago Villarreal Cuéllar
Cuando los científicos descubrieron por
casualidad que el Citrato de sildenafilo originaba erecciones involuntarias en
pacientes masculinos, inmediatamente lo experimentaron como potenciador sexual.
El 1996 los laboratorios Pfizer patentaron el fármaco con la marca comercial
Viagra. Fue toda una revolución en la ciencia de la sexualidad humana porque
por primera vez en la historia de la humanidad se logró inventar un verdadero
afrodisiaco. Pero la ciencia médica y sexológica quedó con una inmensa deuda
con las mujeres, quienes han sufrido a lo largo de la historia de la cultura
occidental el desprecio por su sexualidad y la búsqueda de placer. “Gozad de la
mujer, enseñoréate de ella; y serán un solo cuerpo.” Estas joyas las
extractamos del Nuevo Testamento; para el cristianismo la mujer es considerada
un simple objeto de placer para que el hombre disfrute y se reproduzca; ella
debe ser pasiva, sumisa y en lo posible debe evitar sentir placer. Es como
decir que cuando coma no deguste el sabor del alimento. En pleno siglo
veintiuno, existen sectas fundamentalistas que consideran pecaminoso el placer
sexual de la mujer.
Pero la ciencia, que no está sujeta a dogmas religiosos, continuó investigando substancias beneficiosas para aumentar la libido de las mujeres. Hace unos cinco años la Universidad de Virginia experimentó una substancia que aplicada en forma de gel sobre los labios de la vagina, producía deseos sexuales. Sin embargo, este fármaco no fue patentado porque causaba reacciones adversas en los tejidos externos de los órganos genitales femeninos; los científicos de esa prestigiosa universidad continuaron investigando y fue así como a principios del año 2015, consiguieron que la substancia llamada flibanserin, fuera patentada como un fármaco que estimula los deseos sexuales de la mujer. El inconveniente consiste en que debe consumir una dosis diaria sin interrupción para poder lograr sus efectos; contraria al Viagra que solo requiere una sola dosis para provocar una erección del órgano masculino. Pero constituye un logro para nuestras mujeres que en gran porcentaje padecen frigidez.
1 comentarios:
Desafortunadamente para las mujeres, es mucho más difícil tratar su frigidez o trastorno de excitación que tratar la disfunción eréctil en los hombres. Los hombres ahora tienen tantos medicamentos contra la impotencia a su disposición que cualquiera puede encontrar uno que les convenga. Mientras tanto, las mujeres solo pueden usar Viagra para mujer (más información está aquí). La desventaja del nuevo fármaco llamado Addyi basado en el principio activo flibanserina es que debe tomarse diariamente en lugar de Viagra para mujeres que se usa justo antes de la relación sexual. Esto hace que la flibanserina sea un medicamento bastante costoso, mientras que su efectividad y seguridad a largo plazo aún están por verse.
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